Luca Traini, el italiano de 28 años que el sábado pasado hirió a balazos a seis inmigrantes en la central ciudad de Macerata, rechazó hoy sentirse arrepentido de su acción y aseguró que su objetivo eran “los negros que venden droga”.
En una audiencia celebrada en la cárcel de Montacuto, en la que se encuentra recluido, Traini compareció ante la jueza Domenica Potetti, quien confirmó su arresto y dispuso su custodia cautelar en la misma prisión, acusado de matanza agravada por el odio racial.
La fiscalía de Macerata había pedido culpar también al joven italiano del delito de intento de homicidio múltiple, pero la jueza consideró que quedaba incluido dentro de la principal imputación.
Según medios locales de prensa, Traini descartó sentirse arrepentido de su acción y dijo que su objetivo eran “los negros que venden droga en Macerata”.
También manifestó que su rabia fue desencadenada por la noticia de que la italiana Pamela Mastropietro, una adicta de 18 años, fue asesinada y descuartizada por un nigeriano al que habría comprado estupefacientes.
“Ese fue el motivo que desencadenó su acción”, confirmó a los medios el abogado del acusado.
El abogado señaló que Traini solamente se disculpó porque entre las seis personas que hirió, todas originarias de países africanos, había una mujer.
En tanto, la organización ultraderechista Forza Nuova, que dio públicamente su apoyo a Traini, anunció una manifestación para el próximo jueves en Macerata, mientras organizaciones de izquierda pidieron a la autoridad disolver ese movimento extremista.