«1) La oposición no necesariamente quiere el cambio, quiere el poder. 2) Tratándose del poder todas las apuestas cuentan, la única que vale es la que acierta. 3) En cuestiones del poder no hay cargos insignificantes. Lo insignificante es la banca. 4) El poder enloquece; el no poder entumece. 5) Resulta común que en el transitar del poder se confunda a menudo habilidad con deslealtad. 6) El poder y el no poder no dejan de ser una pasión. 7) Depende, en el tránsito al poder las puertas se abren con llaves o con marro. 8) El del poder se rodea de amigos porque así tiene la seguridad de que se rodea de aduladores. 9) En asuntos de poder, a veces a quien madruga Dios lo arruga. 10) En el camino al poder hay rectas, columpios, curvas, puentes… y claro, los percances a que todo viaje está expuesto. 11) Siempre que el poderoso se arrepiente es tarde. Nunca es tarde para emprender algo, excepto lo que jamás se ha de emprender. Tomado del libro de Froylán Flores Cancela: «Monólogos y Diálogos».