«No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber aumentado tus sueños. No abandones la idea de hacer de tu vida algo extraordinario. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre un hombre…». Es de Walt Whitman y nos lo envió Juan David Ovando.