“El poder, como una pestilencia desoladora
contamina todo lo que toca: y la obediencia,
perdición de todos los genios, virtudes, libertad, verdad,
hace esclavos de los hombres y de la estructura humana,
un autómata mecanizado.”
Percy Bysshe Shelley
¿Qué se puede pensar y, sobre todo, hacer en un mundo desquiciado, indefinido, corriendo sin rumbo, rodeado de simulaciones y mentiras, donde no importa la brisa del mar, el sonido de las olas, la arena en los pies, la caricia de la flor, la sonrisa de la luna, la mirada del sol, el abrazo del agua, el saludo del hermano, de igual a igual, el saberse vivo, respirar la certidumbre, el aroma de la presencia amorosa, la certeza del mañana, sin miedo a las atrocidades que hoy son la comidilla cuya verdad en realidad muchas veces se desconoce, y continuamos el camino que nos trazan, manipulados, atados?
Las fake news (noticias falsas) han existido desde hace mucho tiempo, pero ahora se apoderan –así lo requieren los poderosos- de la mentalidad de la población. El reino de la desorientación es propicio para perpetuar los privilegios robados. Toda proporción guardada, “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira…”
Según una encuesta de parametria.com.mx, “4 de cada 10 mexicanos han tenido contacto con noticias falsas sobre las elecciones o los candidatos en los últimos días. El 22% acepta que comparte la información sin saber si es una noticia cierta o no. El 88% considera que la difusión de noticias falsas durante estas elecciones representa un gran problema. Solo un 7% ve a las fake news como un fenómeno no importante para el proceso electoral en el que se elegirán más de 3 mil cargos públicos.
“El 24% de los entrevistados dijo desconocer cuál es la finalidad de dar a conocer fake news, otro 23% mencionó que la intención era afectar a algún candidato. Otro 17% consideró que se difundían estas noticias falsas para engañar a la gente, 16% dijo que lo hacían para promover el voto por alguien distinto y 13% mencionó que se realizaban para desinformar. Sólo 3% considera que las fake news tienen como objetivo desincentivar el voto.” (Citado por sinembargo.mx, 10-04-18).
Son números, pero en realidad que andamos de la chingada con tanta desorientación, en todos los ámbitos. ¿Porque así queremos?
Los días y los temas
Ahora con las campañas la palabra “corrupción” aparece hasta en la sopa. El filósofo holandés Rob Riemen, en su excelente artículo “La maquinaria de la civilización en tiempos de corrupción”, escribió: “Maquiavelo estaba en lo correcto: con la pérdida de un vínculo moral, la cohesión social desaparecería. Además acertó cuando detectó la desigualdad como una de las causas de la corrupción. Con la desigualdad viene el egoísmo, pero también el miedo, la xenofobia, el odio, el resentimiento, causas todas bien conocidas de una nueva revuelta de las masas que se ha estado extendiendo sobre Occidente y que ya engendró a un nuevo fascista en la figura de Donald Trump, elegido presidente de los Estados Unidos de América.
“No obstante, la mayoría de los corruptos son aquéllos que reconocen un solo dios, el dios “MÁS”, dado que nunca tienen suficiente. Estos creyentes se encuentran mayoritariamente entre las élites de nuestros días, ya que ellos están principalmente interesados en tener más poder y más dinero. Las élites en nuestra sociedad nunca cambiarán nuestra cultura, debido a que tan pronto como eso suceda, ellos mismos, sus amigos, sus familias, sus negocios, perderán todo su poder y, lo peor para ellos, montones de dinero. En una frase: Las élites del poder nunca resolverán la crisis dado que ellos son la crisis; su mentalidad es la crisis.
“El problema real es que demasiada gente en nuestra sociedad siempre se ajustará a las élites del poder dado que “el mundo es como es” y se debe ser obediente.” (confabulario.eluniversal.com.mx, 07-04-18).
¿Seguiremos atados? ¿Preferimos, mejor, la conveniencia sobre la conciencia?
De cinismo y anexas
De acuerdo Leonardo Rosenberg, “si la sentencia contra la mediocridad fuera la pena de muerte, a cada grupo de ejecutados tendría que sumarse un suicidio.”
Ahí nos vemos.