Van dos días en que escucho y leo a analistas políticos anunciar el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, y calificarlo de irreversible. Sin embargo, cuando en la aldea se cuestiona quién podría ser el candidato a gobernador que resulte ganador, el escenario cambia: Miguel Ángel Yunes Márquez. Insisto: no lo digo yo, lo dicen las encuestas y las tendencias, y no sólo en Veracruz, sino en el resto de al menos, las entidades que han de renovar gubernatura.

Por ejemplo, en los tres estados donde gobierna el PAN, como es Guanajuato, Puebla y Veracruz (con el PRD), los pronósticos marcan a favor del sistema en el poder; en aquellas entidades gobernadas por el PRD (Ciudad de México, Morelos y Tabasco), la cosa cambia: si bien la izquierda se mantiene, los indicadores marcan que cambiarían de siglas y de nombre por el de Morena.

Dato curioso que debiera preocupar al PRI: la Ciudad de México (antes DF) es el microcosmos que le debe recordar qué puede ocurrir si no se renueva hasta sus raíces: jamás volver a Los Pinos.

Las otras tres entidades que han de renovar poderes ejecutivo: Chiapas (Verde), así como Jalisco y Yucatán (PRI), los momios (no, no me refiero al novio de mi hija) en el primer caso, favorecerían a Morena… y eso que el Güero Velasco Coello era de los consentidos del Presidente. En Jalisco, la tendencia se inclina por Movimiento Ciudadano, mientras que en Yucatán, entidad catalogada como de las más seguras, dejaría el poder a manos del PAN y Movimiento Ciudadano.

Hablamos de que en estas nueve entidades, podría haber un equilibrio de fuerzas entre Morena y PAN, y al menos en cuatro de ellas, donde el voto es significativo si se trata de ganar la presidencia, en tres las tendencias favorecen a la alianza PAN, PRD y Movimiento Ciudadano…

Bueno, pero hablamos de aquellas entidades que han de renovar poderes… ¿pero las que no?

En las 21 entidades restantes, donde no habrá elecciones, el PRI gobierna en 12; en ocho el PAN; y 2 el PRD, y 1, un gobernador independiente. ¿Cuál será el comportamiento, no del electorado, sino del sistema en el poder en cada una de estas entidades? La naturaleza política me obliga a pensar que al menos, cada gobernador ha de estar trabajando en posicionar a sus aliados tanto en la Cámara Alta como en la Baja, lo que conllevaría a equilibrar el Poder Ejecutivo con el Legislativo a nivel federal…

Aunque lo más interesante de este escenario que les estoy pintando, donde el Peje bien pudiera ser Presidente de un país gobernado en su mayoría por PAN, PRI y PRD, es el potencial regreso de los virreinatos que se vivieron en su momento con Vicente Fox y Calderón, donde los gobiernos príistas (su mayoría en el país en esos lapsos), conformaron una fuerza que hizo contrapeso al Presidente, aunque ahora, lo interesante en este caso que se avecina, es saber si gobiernos del PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y hasta el Independiente, conformarían una alianza de “virreyes” que de un modo u otro, a nivel estatal y a nivel camaral, tendrían cogido por salva sea la parte al Prejidente… aunque, insisto, esto no deja de ser un simple “supositorio”, basado en las tendencias que nos reflejan el potencial triunfo del Peje en el país y al menos en Veracruz, el de Miguel Ángel Yunes Márquez.

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