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Presencia.mx

​Estudiantes del tercer año de la Telesecundaria del ejido “El Burro” deben tomar clases bajo un árbol, cerca de una zona en donde se quema basura y bajo el duro calor de abril, mientras que cuando llueve deben refugiarse en el único salón existente y que comparten con alumnos de primer y segundo año.

Lo que es una constante en las telesecundarias de Agua Dulce se ejemplifica nuevamente en esta institución educativa que otorga clases a casi 20 niños del ejido “El Burro”.

Pese a que Agua Dulce es considerado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) como una ciudad con índice de rezago social “bajo”, este tipo de escenarios son habituales en el municipio.

La maestra María del Carmen Azcona Esteban, narró que hace casi un año se mudaron a las nuevas instalaciones ubicadas en la calle Niños Héroes, de la colonia Kilómetro Dos, en una parte de un terreno donado por la Escuela de Educación Especial.

En el lugar, la administración de Daniel Martínez González construyó en el 2015 un aula que costó 352 mil 696 pesos, mientras que al año siguiente edificó unos baños que costaron más que el propio salón: 416 mil 31 pesos fue lo que se gastaron.

Pese a la fuerte inversión, a menos de 12 meses de uso, el salón tiene problemas en la losa que genera filtraciones de agua en épocas de lluvias, no cuenta con electricidad y se los entregaron con una ventana rota que han tenido que “reparar” con cartones y papel ante la falta de recursos de los padres de familia.

Cabe señalar que no es extraño que los salones construidos por la pasada gestión hayan presentado rápidamente problemas de grietas a pesar del poco tiempo de uso, de lo que se deduce la mala calidad del material y la mano de obra, mientras que a las compañías que los construyeron no se les hizo valer el seguro por vicios ocultos.

Actualmente sólo hay dos maestros para los tres grupos de niños y ante la falta de salones, el tercer año debe terminar abajo de un árbol para tomar clases. Y es que tener a los tres grupos en el mismo lugar resulta difícil, pues cada uno ve temas y actividades diferentes, explicó la profesora.

Los maestros de esta telesecundaria están comenzando las gestiones para pedir “aunque sea una galera para que los niños no tomen clases así, pues no es normal que deban estar de esa forma”, expuso la maestra María del Carmen.

Así como en esta escuela, la telesecundaria del ejido Piedras Negras también debe hacer que sus alumnos tomen clases bajo los árboles, lo que evidencia la urgencia que tienen este tipo de centros educativos en Agua Dulce para poder ofrecer una educación digna a los niños hidrómilos.