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EFE

El terror racial experimentado por los afroamericanos en Estados Unidos, que llevó a millones a huir del sur del país, está plasmado en un nuevo museo que abre hoy sus puertas en Montgomery (Alabama), que busca “sanar” a través de la confrontación de la historia.

Además del Museo Nacional en Homenaje a la Paz y la Justicia, la Iniciativa para una Justicia Equitativa (EJI, por su sigla en inglés) inaugura también hoy un monumento que refuerza el llamado sobre la esclavitud, las injusticias y más de 4 mil linchamientos que padecieron.

Construido en un terreno de seis acres (23 mil 300 metros cuadrados), el museo muestra al visitante el drama que vivieron los afroamericanos durante la era de las leyes Jim Crow que institucionalizaron la segregación racial en todo sitio público en el sur de EU.

Un monumento con 800 piezas de metal de casi dos metros de altura, representa a las miles de víctimas que murieron linchadas durante este período.

Sus nombres, grabados sobriamente en el metal, pretenden ser un constante recordatorio de estas y otras injusticias que obligaron a más de seis millones de afroamericanos a huir del sur como refugiados y exiliados.

El monumento, además de recordar a las víctimas, busca que los condados y estados en los que se llevaron a cabo estos linchamientos también los “asuman”.

Con este fin, se han instalado piezas de metal idénticas alrededor del monumento central, a la espera de que sean reclamados e instalados en los lugares de origen de los linchamientos.

Conforme pase el tiempo, el monumento servirá como testimonio de cuáles partes del país han asumido su responsabilidad en esta trágica parte de la historia y cuáles no, de acuerdo con EJI, organización a cargo del museo.

Confrontar la historia como única vía para lograr una verdadera reconciliación es parte del objetivo del nuevo museo y es precisamente lo que Lecia Brooks, directora de relaciones comunitarias del Southern Poverty Law Center (SPLC), considera es necesario para lograr que este país pueda “sanar”.

“Tenemos que volver al inicio para poder empezar el proceso de curación para este país, porque no podemos simplemente escoger solo ciertas partes de la historia de los derechos civiles con una narrativa positiva, como la del doctor (Martin Luther) King y la señora (Rosa) Parks, sin poner en contexto la experiencia de los afroamericanos desde el principio”, dijo a Efe Brooks.

La idea del museo es sanar a través de la confrontación Foto EFE

Además de los linchamientos, el museo destaca las luchas civiles de la población negra con una escultura de Dana King, quien participó en el boicot contra el transporte público de Montgomery, así como asuntos contemporáneos como la violencia policial y el sistema criminal de Justicia.

De acuerdo con una investigación llevada a cabo por EJI, se registraron más de 4 mil 400 linchamientos de afroamericanos en Estados Unidos entre 1877 y 1950, 800 más de los que se habían reportado anteriormente.

El reporte preciosa que a diferencia de los ahorcamientos de personas blancas que eran llevados a cabo por bandoleros en zonas carentes de un sistema de justicia, los linchamientos eran actos públicos violentos y de tortura.

Formaban parte de una campaña sistemática para aterrorizar y traumatizar a las personas negras en todo el país, permitidos por funcionarios estatales y federales.

El museo de EJI, concebido como un sitio “sobrio y significativo”, se asoció al escultor africano Kwame Akoto-Bamfo, cuya escultura sobre la esclavitud es lo primero que ven los visitantes.

Según Bryan Stevenson, director de EJI, la historia de injusticia racial arroja una “sombra” en el país que “no se puede eliminar hasta que dirijamos la luz de la verdad sobre la violencia que dio forma nuestra nación, traumatizó a las personas de color y cedió ante nuestro compromiso con la ley y la justicia para todos”.