Su piel tan oscura como la noche y su cabello rizado, es motivo de ternura para choapenses, sobre todo mujeres, que se le acercan para tocarle su carita, su pelo y sus manos; se trata de Itzel Ainara, una bebé de cinco meses de nacida, quien en brazos de sus padres hondureños, ha emprendido una peligrosa aventura hacia Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida.
Wilmer Núñez y Kendra Batir, entrevistados dicen que desde hace un mes y medio salieron de su tierra natal, huyendo de la pobreza y la violencia; en ese entonces, cuando pusieron un pie afuera de su país, la pequeña apenas tenía tres meses y medio, y a través de autobuses, entre el monte o en el lomo del tren, han viajado hasta llegar a este municipio.
Este domingo, la pareja, la bebé y un tío, se encontraban en la avenida 20 de Noviembre, a la altura del puente El Control, pidiendo ayuda económica a los automovilistas y transeúntes, para sustentar su hospedaje en algún hotel de la ciudad, pañales, leche y alimentación, pues esta misma semana continúan su travesía hacia el norte del país.
La bebé se convierte en un atractivo para choapenses, pues les genera afecto por lo risueña que es, además de su color de piel y el cabello, algunas mujeres como Cleotilde, se detienen y comienzan a atiernarla mientras ella sonríe. Después, abren su monedero y dejan 10 o 20 pesos, deseándoles mucha suerte y que cuiden a la criatura.
Wilmer y Kendra, aseguran que la necesidad los obligó a dejar Honduras, “no hay empleo y lo poco que hay es mal pagado, hay mucha violencia y los niños no pueden crecer así con ese mal”, opinan, por lo que esperan llegar a los Estados Unidos, ganar dinero y mejorar sus condiciones, al igual que las de sus demás familiares que dejaron en Centroamérica.
Tienen un mes y medio que salieron de su tierra, pero por la niña han avanzado lentamente, porque con lo que van juntando en el camino, buscan algún hotel de los más económicos que hay en cada ciudad para que la bebé y su mamá descansen.
Durante el trayecto que han caminado y viajado, no les ha pasado nada, han corrido con suerte y esperan que así continúen, porque no le hacen daño a nadie, simplemente van de paso y pidiendo ayuda económica para abatir sus necesidades.
Itzel Ainara, por su corta edad, desconoce al peligro que está expuesta, pero como ella, miles de niños, acompañados y no acompañados, ingresan al país mexicano cada año con fines de cruzar hacia Estados Unidos, revelan cifras de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer que el 48% de las niñas, niños y adolescentes no acompañados en contexto de migración que cruzan nuestro país rumbo a Estados Unidos lo hacen por motivos de violencia; el 29% por razones económicas, desigualdad social y pobreza, y el 23% restante porque intentan reunirse con su familia.
¿Día del Niño?
Con apenas 4 meses del 2018, hoy México está frente a la oportunidad de dar un paso real para la protección de la infancia migrante.
Desde el pasado 18 de abril, se encuentra en la Cámara de Diputados la minuta con proyecto de decreto, aprobada el pasado 17 de abril en la Cámara de Senadores, para reformar diversos artículos de la Ley de Migración y la Ley Sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en materia de infancia y adolescencia migrante.
Datos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) señalan que entre enero y febrero del 2018 se han realizado 4,777 eventos de detención de niñas, niños y adolescentes migrantes, 26% más que en el mismo periodo de tiempo del 2017. De ellos, 73% han sido deportados a sus países. Mientras que entre 2011 y 2016 incrementaron 900% los eventos de detención de esta población.