Un avión de Cubana con al menos 110 personas a bordo se desplomó el viernes sobre un campo de yuca poco después de haber despegado del aeropuerto internacional José Martí en La Habana. Hasta el momento no hay ningún reporte oficial de víctimas, pero se reportan sólo tres sobrevivientes.
El avión había sido rentado por Cubana, que ha retirado varios de sus aviones viejos de servicio en meses recientes debido a problemas mecánicos. La directora de Transporte Aéreo de Cuba, Mercedes Vázquez, citada por la agencia estatal Prensa Latina, confirmó que pertenecía a la compañía mexicana Damojh. Y poco después del accidente, un empleado que pidió el anonimato por no estar autorizado para hablar con la prensa dijo a la agencia AP que el avión pertenece a Aerolíneas Global Air de México.
Poco después del accidente, un empleado que pidió el anonimato por no estar autorizado para hablar con la prensa dijo a la AP que el avión pertenece a Aerolíneas Global Air de México y que seis miembros mexicanos de tripulación lo operaban. El empleado, que habló vía telefónica, dijo que no tenía más detalles sobre la tripulación ni sobre los más de cien pasajeros de distintas nacionalidades.
Autoridades de Cuba dijeron que había 104 pasajeros y nueve miembros de la tripulación. Más tarde, la compañía mexicana a la que pertenecía el avión dijo que éste era operado por seis tripulantes mexicanos. No se han ofrecido más precisiones sobre el total ni la nacionalidad de las personas a bordo.
Un oficial militar que pidió el anonimato porque no está autorizado para dar declaraciones dijo que al parecer había tres sobrevivientes en condición crítica, pero otras autoridades se negaron a confirmar ese dato. Residentes del área rural donde cayó la aeronave dijeron a The Associated Press que habían visto a sobrevivientes siendo trasladados en ambulancias.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que la Embajada de México en Cuba activó sus protocolos de emergencia y compartió los números telefónicos +53 52869620, +53 56050732 y +53 52804811 para brindar atención exclusiva a connacionales.
La televisión estatal y medios digitales han dicho que el avión se dirigía a la ciudad oriental de Holguín y el accidente ocurrió entre La Habana y el pueblo cercano de Santiago de Las Vegas.
Poco después de que cayera, el Boeing 737 yacía dañado y quemado sobre el campo de cultivo mientas bomberos rociaban agua sobre los restos de su estructura. Autoridades que incluyen al presidente Miguel Díaz-Canel se dirigieron al sitio junto con personal médico y ambulancias.
Familiares de los pasajeros se apresuraron para llegar al lugar de los hechos. Entre ellos había un hombre que decía que su mujer y su sobrina estaban a bordo. No aceptó identificarse antes de que fuera llevado a la terminal aérea, donde otras personas cercanas a las víctimas estaban siendo llevadas.
Beatriz Pantoja, cuya hija Leticia, de 24 años, estaba en el avión, lloraba desde una sala privada de la terminal aérea el viernes por la tarde donde se concentraban otros familiares.
El avión había sido rentado por Cubana, que ha retirado varios de sus aviones viejos de servicio en meses recientes debido a problemas mecánicos. El primer vicepresidente, Salvador Valdés Mesa, se encontró el jueves con funcionarios de la aerolínea para discutir mejoras en su servicio, que recibía fuertes críticas.
Sitios web que ofrecen los servicios de esta pequeña compañía de chárters dicen que vuela a Cuba y opera varios 737. Fundada en 1990, la compañía opera bajo el nombre legal de Aerolíneas Damojh, S.A. de C.V.
La aerolínea es conocida entre los cubanos por sus frecuentes retrasos y cancelaciones. Cubana solía atribuirlos a la falta de refacciones y aviones por el embargo estadounidense impuesto sobre la isla.
El director general de Cubana, capitán Hermes Hernández Dumas, dijo a los medios estatales el mes pasado que los vuelos domésticos de la aerolínea habían transportado a más de 11,700 pasajeros entre enero y abril de 2018, precisando que 64 por ciento de los vuelos despegaron a tiempo, en comparación del 59 por ciento del año anterior.
“Entre las dificultades ocasionadas por el bloqueo impuesto por Estados Unidos, también se encuentra la limitación de poder adquirir aeronaves de última generación con tecnología suficiente y capaz de garantizar la estabilidad en las operaciones aéreas que se desarrollan. También influye en el aseguramiento de soporte de partes y piezas de aeronaves con las que Cubana cuenta”, agregó.
Al parecer el último accidente de esta compañía ocurrió en 1989, cuando un chárter que volaba de La Habana a Milán, Italia, se estrelló poco después del despegue provocando la muerte de las 126 personas a bordo, y al menos dos docenas más que estaban en tierra.
Los heridos se encuentran en estado crítico y han sido hospitalizados, según el diario estatal Granma.
Según dijo un testigo presencial a Efe, el avión despegó pero cuando estaba en el aire se detuvo y después descendió en picada hasta caer y escucharse una explosión.
En el lugar del accidente se encuentra el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, junto a autoridades del Ministerio del Interior y del Partido Comunista de Cuba.
Díaz-Canel encabeza el grupo de autoridades presentes en la zona de la catástrofe aérea ocurrida en horas de este mediodía en un área de cultivos agrícolas en las proximidades de la terminal 1 del aeropuerto José Martí, precisó el reporte.
El presidente de la Corporación de la Aeronáutica Civil de Cuba, Roberto Peña, dijo que en estos momentos se están investigando las causas del accidente.
Asimismo indicó que el aeropuerto habanero José Martí ya está operativo y dijo que una vez que avancen las investigaciones se ofrecerá más información sobre el suceso.