*“No basta con oír la música; además hay que verla”. Igor Stravinski (1882-1971) Compositor y director de orquesta ruso. Camelot

LA MUSICA

John Lennon una vez dijo que ‘Antes de Elvis Presley la música no era nada’. Mentía. Eso lo dijo cuando el grupo Beatles se reunió con el padre del rock en Estados Unidos (1965) y tiraron buenas rolas, en un sitio donde la música reunió a cinco inmortales: Lennon, Mc McCartney, Ringo, Harrison y el mismo Elvis. No hay registros de esa entrevista que ocurrió cuando el Coronel Parker, manager y casi padre de Elvis, el día que llegaron con Ed Sullivan les dijo que si querían conocer a Elvis, pues se apuntaran. Y se apuntaron. El Coronel Parker les hizo una invitación formal para encontrarse con Elvis en su casa de Los Ángeles, adonde había regresado tras grabar la película Paradise, Hawaiian Style. Las únicas condiciones serían que no se tomaran fotografías, que no se grabara audio ni video, no se invitara a la prensa y no se hablara sobre los proyectos futuros de ambos artistas. Además de los Beatles, al encuentro asistirían su manager, Brian Epstein y otros colados históricos. El grupo arribó a las 11 de la noche a la residencia de Elvis en Bel Air. El Rey los recibió en su enorme sala circular, en la cual había mesas de billar y ruleta, una rockola, un sillón en forma de media luna, un bar y una gran televisión a color. Para los Beatles, acostumbrados a las casas modestas de Liverpool aún, aquello era como un club nocturno con Elvis como anfitrión. Hay mil versiones de esa reunión, se asegura eso sí, que quemaron mota a placer y rasgaron las guitarras y tiraron unas rolas, Elvis y los cuatro de Liverpool. Para la historia. Después de tres horas el encuentro terminó, el Coronel les dio obsequios a los Beatles, entre ellos una colección completa de discos de Elvis y una lámpara en forma de vagón de tren. Elvis los acompañó a la puerta para despedirlos. En el camino de regreso, el grupo bromeaba sobre el encuentro, tratando de no hacerlo parecer muy importante, pero había causado un gran impacto en ellos, sólo que era demasiado para admitirlo delante de los demás.

LUIS MIGUEL EN NETFLIX

La música existió desde que el primer ser humano cantó o silbó algo, me imagino que primero aprendieron a silbar y luego alguien comenzó a cantar, aquellos primitivos que vivían en cavernas y pintaban cuevas rupestres. Dice Wikipedia: ‘los orígenes de la música se desconocen, ya que en sus inicios no se utilizaban instrumentos musicales para interpretarla, sino la voz humana, o la percusión corporal, que no dejan huella en el registro arqueológico. Pero es lógico pensar que la música se descubrió en un momento similar a la aparición del lenguaje’. Alguien cantó, pues, y de allí a la fecha han aparecido todos los grandes, desde los sinfónicos como Beethoven y los populares. Ahora ya me metí a ver los cuatro capítulos de Luis Miguel, me llevó a mis tiempos de promotor personal de los espectáculos, cuando me dediqué un tiempo a traer artistas a esta zona, en el programa aparecieron dos promotores que compartían conmigo jugarnos la lana en los eventos. Hugo López, un argentino que terminó siendo el representante de Luis Miguel, cuando al Papá, odiado por muchos en este film, el chaval lo jubiló para pasar a las grandes ligas. Alguna vez estuve en su departamento de Reforma, Hugo López era un tipo hábil, listo como todos los argentinos, aquí lo pintan medio gordo, nada, estaba casado con bellísima mujer, que fue quien sirvió de modelo para un videoclip. Hugo murió tiempo después. Recuerdo aquellos llenos en el Cinema Orizaba con el gran Roberto Carlos, que era una joya de Brasil y el gran Camilo Sesto, español. El otro personaje famoso fue René León, me vendía a Los Ángeles Negros con el gran Germaín de la Fuente, ellos daban conciertos cada año en esta zona, los llevé a conocer Tehuacán, Orizaba varias veces, cada año, y una vez fuimos de gira a Tierra Blanca, allí en la casa de mi padre, Enrique, que tocaba guitarra clásica, Germaín y los Ángeles Negros rasgaron las guitarras, como Elvis y los Beatles, guardando sus debidas proporciones, eso me llevó a recordarlos. Una vez, la gente que quedó afuera en el orizabeño Club Moctezuma, había lleno donde se presentarían esos Ángeles Negros, al no poder entrar fueron a la gasolinera Roji y compraron un poco de gasolina, le prendieron fuego a la puerta que databa de no sé cuántos años atrás, histórica, y las directivas de ese club jamás volvieron a rentarlo para eventos populares. Allí se suspendió el evento, aún no había Protección Civil y los bomberos llegaron cómo pudieron. Eran los tiempos de Echeverría, los 70s, con rebeliones estudiantiles. René estaba casado con una de las hermanas, Pili y Mily, cantantes españolas. Buenos recuerdos llegaron a mi coco. René León alguna vez me invitó a un concierto en Bellas Artes con el gran Juan Manuel Serrat, a quien representaba, bellos tiempos aquellos. Creó la compañía Warner Music, donde Luis Miguel llegó a esas tierras musicales. Tiempos de los años 70s. Lo único malo es que Netflix me dejó picado, pues solo hay cuatro o cinco capítulos de la serie, y a esperar ahora semana tras semana.

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