+A la memoria del maquinista ferrocarrilero, Flavio Simón Cenorio Corona, fallecido por las causas del accidente en esta zona, presuntamente sabotaje. Descanse en paz.

EL ÚLTIMO DIA EN CDMX

Viernes de fin de semana, de paga, de quincena, de raya, dirían los antiguos. Mi hermano Enrique, que sabe de museos de arte y de pinturas y esculturas, me dijo que paseáramos la legendaria Avenida Juárez. Otear el edificio de la Lotería Nacional. Allí donde en Juárez y Balderas estaba El Capri, antro que ponía a la Thelma Tixou, conocida entre la flota como Thelma Chichú, por sus exuberantes pechos, una gran vedette. Al pie nuestro iba una marcha de gente pobre, acarreada para variar, de trabajadores electricistas que pedían se muriera la Reforma Energética, y a uno de ellos le dije, para qué caminan si AMLO, el jefe de ustedes, ya dijo que se va a la burguer. Al calor de 32 grados atípico, nos detuvimos en la misma Juárez y vimos a un vendedor de gorras, había que taparse, por cien pesos cada una nos hicimos de dos, y dos botellas de agua para evitar la deshidratación. Vi impactante el sitio donde se ubicaba el hotel Regis, allí donde aquella mañana a las 7:19 del 19 de septiembre de 85, el viejo reloj del hotel detuvo la hora y llenó de duelo y luto a miles de mexicanos, murieron muchos veracruzanos. Frente al hotel Regis, otro hotel donde yo mero solía llegar, el Del Prado, bello, había un Sanborns en la parte baja y una librería Porrúa, además tuvo un tiempo el mural ‘Sueño de una tarde dominical en la Alameda central’, del gran Diego Rivera, en aquellos años que ahí absorto como cuenqueño pela-ojos, le veía y en el papelito guía que te daban, con una chela a un lado en ese lobby veías ese México que se había ido y que el pintor inmortalizó. Ese temblor acabó con todo eso. Ampliaron la Alameda y una parte la tienen con vendedores ambulantes, muy feo porque no venden artesanías, venden fayuca pirata, todo chino, esos deben enviarlos a Tepito, el corazón de la fayuca y dejar esa Alameda rechinando de limpia.

LAS DEMAS JOYAS

A pocos pasos una foto en el Monumento a Juárez. Simbolismo puro, reverenciando a los héroes de la patria. Unos pasos más y la escultura Malgré Tout (1898), escultura en mármol que representa a una mujer tirada en el suelo encadenada de manos y de pies, del escultor Jesús F. Contreras. Estando en Francia, confirmó ciertos temores y sufrió la amputación de su brazo derecho a causa de un cáncer mal atendido… A pesar de todo, siguió trabajando con un sólo brazo los pocos años que le quedaron por delante. Por eso se llama así: A pesar de todo. Adelantito, el contraste entre los nuevos rascacielos muy neoyorkinos y lo antiguo, lo del porfirismo, el Banco de México, la Torre Latinoamericana, el viejo Sanborns de los Azulejos del Conde del Valle de Orizaba, un vecino de nosotros de hace muchísimos años. Que era muy rico y terminó su obra de arte en manos de otro ahora más rico, Carlos Slim. Edificio todo en azulejos, de allí su nombre. Caminamos a cruzar una calle hasta llegar a la estatua del Caballito, de Manuel Tolsa, la estatua homenaje al Rey Carlos IV de España, que unos burros echaron a perder pintándola con pintura chafa y la desgraciaron, ahora la han recuperado en su totalidad y está fija en su sitio, en todos esos sitios la foto de rigor. Vimos ahí mismo el viejo y bello edificio de estilo churrigueresco, el de Correos, la Casa Postal o Quinta Casa de Correos, tan bello como el de los madrileños. Era la época de Porfirio Díaz, cuando el dictador amaba el Art Nouveau, nada del Art Nacó, esos llegaron después, y llegaron bailando cha-cha-cha. No entramos, pero se debe entrar para admirarlo. Al pie del Caballito, uno desciende al paso de la calle y te encuentras a los vendedores de libros antiguos, y uno que otro nuevo. Vimos la foto de la bella Marilyn Monroe, aquella que le tomó un fotógrafo mexicano que la inmortalizo, pues al cruzar sus piernas se notó que, tenía razón cuando dijo que solo dormía con una gota de perfume Chanel 5, o sea, sin chones, no traía calzones la gran Marilyn y esa foto vive en la inmortalidad para aquellos a los que les gusta que les salgan perrillas. Ni usaba ropa íntima ni era rubia, dijo el fotógrafo Manuel Caballero. Por 40 pesos y dos playeras de Tin-Tán, a cien pesos, les hicimos el gasto y seguimos nuestro camino.

CAMINAR A BELLAS ARTES

Bellas Artes es otro sitio al que hay que ir a asomarse, cuando se ande con tiempo. Era viernes y día de paga y había mucha cola, porque grupos estudiantiles van allí a conocer la historia. Bello Palacio, único en el Mundo, Patrimonio de la Unesco y nuestro. Intenté comprar el tiquet para el elevador y ver desde las alturas, en la cúpula el México majestuoso, no se pudo, lo dejé para la otra. Cruzamos a la Casa de los Azulejos, el ahora Sanborns, lleno, nos hicimos rápido de una mesa para apaciguar la sed y el calor. Un violinista tocaba Abril en Portugal, entonces hablamos de París y de que en La Ópera, frente al Café de la Paz, embebidos hemos visto también esa joya parisina, pero no hemos entrado a ver un cuadro de Chagall, que allí está. El techo de la Opera de París, una belleza. Chagall lo comenzó en un plato pequeño, luego lo llevó a ese techo a inmortalizarlo. Cuando la música se rindió ante Dios. En ese caminar se platica con quién se puede, con taxistas que te trasladan y encontramos, como los hay en muchas ciudades nuestras, a un cilindrero, el órgano era de fabricación berlinesa, porque los alemanes hicieron los mejores del mundo, como muchas cosas, y aún sobreviven esos instrumentos viejos. Son artistas urbanos, organilleros que pululan por las calles mexicanas. Estos están sindicalizados, portan uniforme y por las propinas ahí la van llevando, para vivir una vida en el empleo, que mucho ennoblece a la gente.

REGRESO A LA ALDEA

Tomamos el regreso, al aeropuerto y aguantar una espera de tres horas de retraso en Aeromar, compensado porque había entrada a la sala Vip, donde tienes internet, chescos, café y sandwichitos. Aproveché y envié un mensaje saludo a mi amigo, Fidel Herrera Beltrán. Aun no lo veo, será cuando él disponga. Pero me dio un parte médico, va mejorando, internado aún está en terapia en la clínica Bobath, le dije que sus cuates rogamos por su pronta recuperación, para irnos a comer a esos sitios dónde íbamos. Dios lo cuida y nosotros rezamos por su recuperación pronta.

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