El viraje de la historia que se cuenta es apasionante. Fogel integra muy bien la narrativa de su experiencia personal con el “encuentro”, sin quererlo, del más grande escándalo de dopaje que haya tenido lugar y los mecanismos que las autoridades deportivas rusas utilizaron, para que no quedara registrado.

Producción: Estados Unidos 2017

Dirección: Bryan Fogel

Guion: Bryan Fogel, Mark Nonvoe y Jon Bertain.

Fotografía: Jake Swantko y Timothy Rode

Música: Adam Peters

Con: Bryan Fogel y Grigori Rodchenkov

Sinopsis: El director, ciclista aficionado, inicia el proyecto de su documental con el propósito de demostrar el papel que los anabolizantes juegan en el rendimiento atlético y también ver cómo opera la evasión de los controles antidoping en el deporte, para el caso del ciclismo. Él, a manera de un experimento, se inyecta diversas sustancias con objeto de elevar su rendimiento y obtener mejores resultados en las carreras que se inscribe.

En ese proceso, al preguntar quién lo puede ayudar, contacta a Grigori Rodchenkov, químico ruso que había estudiado en Estados Unidos. Él, desde hace diez años, dirige el laboratorio del Centro Antidopaje de Moscú, que es la dependencia encargada de coordinar que los atletas rusos no se dopen. Rodchenkov acepta asesorar a Fogel sobre las sustancias que puede utilizar en el esfuerzo de elevar su rendimiento y lo que debe hacer, para no ser detectado en las pruebas antidoping.

Fogel, poco después, se pregunta cómo es posible que quien está a cargo de controlar el dopaje de su país lo asesore sin tener ningún problema. Y así, lo que iba a ser un documental sobre la evolución del rendimiento atlético de su director, vía las sustancias prohibidas, se convierte en uno sobre la forma en que los atletas rusos burlan los controles antidoping asesorados por médicos del Centro Antidopaje de Moscú.

El documentalista y Rodchenkov establecen una relación de amistad. Éste le cuenta que hubo una orden directa del gobierno de Moscú, para implementar un plan de dopaje de los atletas rusos que iban a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014. Rodchenkov, cuando el COI empieza a investigar sobre los hechos, pide ayuda a Fogel para solicitar asilo en Estados Unidos. Se le concede.

Y así, alguien que por años manipuló las muestras de orina de los deportistas rusos para pasar los controles antidoping se convierte en informante clave, que resulta determinante para descubrir cómo operaba el modelo ruso. La investigación del COI, con información de Rodchenkov, en diciembre de 2017 condena a Rusia con la mayor sanción, que,hasta la fecha, se haya impuesto por dopaje a un país.

Comentario: El viraje de la historia que se cuenta es apasionante. Fogel integra muy bien la narrativa de su experiencia personal con el “encuentro”, sin quererlo, del más grande escándalo de dopaje que haya tenido lugar y los mecanismos que las autoridades deportivas rusas utilizaron, para que no quedara registrado.

En el documental a Rodchenkov, personaje al que se presenta como alegre, excéntrico y también amante de su familia, no se le juzga. No lo presenta ni como delincuente ni como héroe. Se narra la historia. El espectador es quien debe concluir. La narrativa del documental es detallada y precisa, pero al mismo tiempo ágil. Es una historia bien contada que capta la atención e interesa.

Premios: En 2018, Oscar a Mejor documental; BATFA, a Mejor documental y Premio Satellite a Mejor documental. Es el primer Oscar que gana una producción de Netflix.

@RubenAguilar

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