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Bloomberg

Parcelas, tierras vírgenes y árboles que sólo existen en la realidad virtual están generando jugosas ganancias a los desarrolladores de videojuegos, ya que los jugadores están pagando grandes cantidades de dinero real por estas propiedades virtuales.

Genesis City, una parcela de tierra virtual de aproximadamente el tamaño de Washington, está siendo vendida por partes, y una simple parcela de mil 100 pies cuadrados (102.19 metros cuadrados) dentro de esta ciudad digital puede llegar a costar hasta 200 mil dólares, según Bloomberg.

El mes pasado, Ryan Kunzmann visitó un bar en Nueva York para conversar sobre su propiedad virtual de 58 mil pies cuadrados (5 mil 388.33 metros cuadrados).

Kunzmann fue una de las aproximadamente 20 personas que se reunieron en ese lugar para comparar sus pequeñas porciones de Genesis City, una metrópolis digital que esperan que se convierta en un centro para el comercio de realidad virtual.

Kunzmann, quien brinda soporte técnico para un sitio web de administración de propiedades, tiene la intención de convertir uno de los tramos más grandes de su propiedad en un museo virtual o una galería de arte.

«Hay gran arte que la gente no puede ver. Especialmente si no vives en una gran ciudad», añadió.

Si bien esto suena como el mundo en línea de Second Life, en este caso, hay dinero real detrás de la inmobiliaria que usa blockchain. En diciembre pasado, Kunzmann pagó 15 mil dólares por 62 parcelas de unos mil 100 pies cuadrados (102.19 metros cuadrados) cada una, y recuperó su inversión tres meses después al revender ocho de esas propiedades. Hoy, los revendedores pueden obtener hasta 30 mil dólares por una parcela en Genesis City. La red de crédito Ripio.com pagó casi 150 mil dólares por un lugar al lado de la plaza principal donde los visitantes aparecen cuando ingresan a la ciudad.

Placeholder block

Los codificadores argentinos Esteban Ordano y Ari Meilich crearon su propia ciudad llamada Decentraland, usando la cadena de bloques de Ethereum.

Ellos indican que una de las ventajas es que ninguna corporación puede cambiar repentinamente los términos de su mundo virtual o poseer datos de los usuarios, lo que ayudó a la oferta inicial de monedas de Decentraland el año pasado, con la cual se recaudaron alrededor de 26 millones de dólares en 30 segundos.

La naturaleza de Ethereum también ha facilitado que los usuarios intercambien entre los bienes raíces de Genesis a un precio fijo, lo que contribuyó a un salto en el valor de la tierra virtual. Una subasta de lotes recaudó 28 millones de dólares.

Los primeros en comprar no han construido mucho en sus tramas (tierras) todavía, pero ya han dividido a Genesis City en vecindarios temáticos, incluido uno similar a Las Vegas y otro al estilo Blade Runner, lo cual, parece una mezcla de videojuegos y proyectos de desarrolladores.

«Una vez que la realidad virtual se convierta en un movimiento de masas, y nos encaminamos en esa dirección, llegaremos a una masa crítica de usuarios que necesitarán una plataforma para descubrir contenido», dice Meilich. Además de poder ver sus tierras a través de lentes especiales VR, los visitantes podrán usar navegadores web.

Al igual que otros fundadores de startups que han recaudado dinero a través de una ICO (Initial Coin Offering u Oferta Inicial de Monedas), Meilich y Ordano han basado su modelo comercial en criptomonedas.

Kunzmann está aprendiendo lentamente cómo codificar su galería de arte, aunque dice que probablemente subcontratará la mayor parte del trabajo.

Mientras que el CEO de Ripio, Sebastián Serrano, dice que utilizará su principal inmobiliaria virtual para lanzar préstamos de criptomonedas y otros servicios financieros.

Por ahora, está vendiendo hipotecas para las tramas de Genesis.

«Nos permite explorar a bajo costo, con menos dinero en juego y dentro de algo que es como un juego. ¿Cómo pueden funcionar las hipotecas basadas en blockchain? Sí, parece una locura», concluyó.