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AP

El jefe de Derechos Humanos de Naciones Unidas instó este lunes al Gobierno de Estados Unidos a terminar con la nueva política de separar a los niños migrantes de sus padres tras ingresar al país desde México, y añadió que la medida afectó a casi 2 mil menores en las últimas seis semanas.

Es “inconcebible” que ningún país busque disuadir a los padres de emigrar “infligiendo tal abuso a los niños», dijo Zeid Ra’ad al-Hussein en el inicio de una sesión regular del Consejo de Derechos Humanos, la última antes del final de su mandato en agosto.

Más tarde este lunes, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que los niños refugiados y migrantes no deben ser traumatizados por la separación de sus padres.

«Se debe preservar la unidad familiar», dijo a los periodistas el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.

«El Secretario General cree que los refugiados y los migrantes siempre deben ser tratados con respeto y dignidad, y de conformidad con el derecho internacional vigente», agregó.

Profesionales médicos han dicho que la práctica de separarlos de sus padres podría causar un trauma duradero a los niño

Enfrentando una creciente ola de indignación de parte de demócratas y algunos republicanos por la separación forzada de niños y padres migrantes en la frontera con México, el presidente Donald Trump culpó nuevamente a los demócratas por la creciente crisis política.

Los demócratas han criticado duramente la política, y algunos republicanos se han sumado. Trump siguió echándole la culpa a los demócratas el lunes, cuando tuiteó: «¿Por qué los demócratas no nos dan los votos para componer las peores leyes migratorias del mundo? ¿Por qué no se indignan por los asesinatos y crímenes causados por las pandillas y matones, incluyendo a la MS-13, que vienen a nuestro país de manera ilegal?».

Trump dijo que los niños «están siendo usados por algunos de los peores criminales del planeta» para poder ingresar a Estados Unidos.

«¿Alguien ha visto los Crímenes que se cometen al sur de la frontera?», lo cual calificó de «histórico».

Casi 2 mil niños fueron separados de sus familias durante un período de seis semanas entre abril y mayo, después de que el secretario de Justicia Jeff Sessions anunció una política de «tolerancia cero» que ordena que todos los casos sean referidos a la fiscalía para que se les presenten cargos.

El protocolo de las leyes estadounidenses prohíben que los niños estén detenidos junto con sus padres porque los menores no están acusados de ningún crimen pero sus padres sí.