NO SE SABE, porque hasta estos momentos, la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, no ha expresado ningún mensaje en el que señale, por lo menos, el nuevo rumbo del instituto político tricolor, luego de la debacle obtenida en el pasado proceso electoral nacional y que dio como resultado, por lo menos en Veracruz, que no ganara ninguna posición política de las que había propuesto a todos los veracruzanos en general. Sin embargo, apenas han transcurrido unos cuantos días de este terrible acontecimiento político electoral para los priistas de este país y se considera, desde luego, todavía muy pronto para que la militancia de este partido, tome las decisiones pertinentes.

Aún así, hay que considerar que hace algún tiempo, ya se venía hablando de una posible refundación del partido, con miras, desde luego, a fortalecer su presencia en el ámbito nacional y estatal. El PRI, como se sabe, venía debilitándose desde hace tiempo, principalmente, por la falta de interés político de la mayor parte de su militancia y sobre todo, por la ambición política de unos cuantos que no permitía que la cola avanzara, en el sentido político, donde las nuevas generaciones tomaran cartas en el asunto, pues los priistas enquistados de siempre, no daban paso a nadie y menos a corrientes nuevas que pudieran, dicen ellos, llevar por el mal camino a este partido.

Había necesidad y eso lo sabían los priistas que secuestraron por mucho tiempo a este partido, que tarde o temprano, tendrían que enfrentar estas consecuencias y fue precisamente en este proceso, considerado el más importante de toda la historia política del país, cuando la ciudadanía le da, propiamente, la espalda al PRI, para hacer saber que, efectivamente, la democracia es la posibilidad que tienen todos los ciudadanos de ejercerla para hacer sentir su mandato. El PRI, o mejor dicho todos aquellos políticos que lo mantenían en su poder para saciar sus propias ambiciones, sabían perfectamente bien que esta situación no duraría siempre, porque ya se habían dado signos de repudio a su permanencia en el ámbito político nacional.

Por eso, aunque todavía no se dice nada, el Partido Revolucionario Institucional, tiene en su futuro inmediato, una profunda revisión de sus propias condiciones, donde se decida cuál será el rumbo que tome, aunque de hecho, tendría que refundarse o desaparecer completamente, para darle paso a otra organización política que aglutine a nuevos generaciones de políticos que se pongan al frente de la misma para poder tener la oportunidad de seguir jugando un papel político de importancia dentro del desarrollo nacional. Así ha sido con Morena, con el propio Movimiento Ciudadano, o con el Partido de la Revolución Democrática y con otros partidos que se fortalecieron con los mismos militantes del Partido Revolucionario Institucional, que en su tiempo se dividieron por los fuertes intereses político y personales que dieron origen a que el PRI anterior, estallara y se dividiera en varias corrientes políticas que dieron lugar, más tarde, a nuevos partidos políticos, como los que estamos viendo en la actualidad. El PRD, se convirtió en su momento, un partido fuerte, con grandes posibilidades de alcanzar las posiciones políticas más importantes del país, pero que debido a las fuerzas políticas internas que intervinieron, tuvo, también, que pasar a ocupar un lugar minimizado en la vida política de México.

El PRI, debe refundarse o desaparecer, porque si continua como ahora, será muy difícil que pueda superar, por lo menos en varias décadas, estos momentos difíciles en la vida política de México, pues siempre seguirá enfrentando las graves críticas surgidas de la actuación de militantes que en determinado momento se aprovecharon y lo dejaron mal parado ante la propia ciudadanía de este país. Junto con la desaparición del PRI, también se van todos aquellos políticos que se sirvieron de su respaldo y que cometieron los más graves saqueos en todas partes, siempre, con la camiseta tricolor al frente para dejarlo, propiamente, en el más profundo ejemplo de deshonestidad.

Por eso mismo, las preguntas están en el aire. ¿Se refundará al PRI? ¿O simplemente desaparecerá de la vida política de México?.

Cuál de las dos opciones será la mas conveniente, porque si se pretende refundarlo, sucederá lo mismo que ahora, poca confianza tendrá, cuando menos en las siguientes dos décadas para que vuelva a plantarse con un partido fuerte.

Más que nada, la segunda opción sería la más prudente, es decir, que desapareciera con sus siglas, pues para la mayoría de los mexicanos, las siglas, ya se vio, fueron más importantes que los propios candidatos, que como Pepe Yunes, considerado un hombre preparado para el cargo de Gobernador, se quedó con el tercer lugar en el proceso electoral pasado, tan solo por militar dentro del PRI, que si bien lo hubiera hecho a través de otras siglas, por modestas que éstas fueran, los resultados de ahora, serían, propiamente, distintos.

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OIGA USTED, ¿DÓNDE QUEDO EL FAMOSO EQUIPO, aquél que fuera el grito de guerra de los maestros seguidores de Juan Nicolás Callejas Roldán, que quiso, con su soberbia, ser Senador de la República, precisamente por el Partido Revolucionario Institucional?.

Pues nada, que previendo la debacle, desapareció misteriosamente del escenario político estatal, dejando a su líder solo para llorar su tristeza.

Cómo son las cosas, de ahí que en este proceso, lo más destacable para el PRI, y para sus propios candidatos, fueron las traiciones que se dieron por todos lados, pues hasta los mismos operadores políticos prefirieron llevarse el dinero a sus casas, sin mover un solo dedo para lograr la victoria electoral de su partido y fueron, en su mayoría, aquellos que ya se habían servido desde antes. No se vale, porque por toda esa culpa, el PRI, perdió sus posiciones y a no dudarlo, seguramente, en el tiempo que viene, hasta su propia permanencia en el ámbito político nacional. Así es que ni los maestros apoyaron a su dirigente, quien ya se dio cuenta que no tiene ni una pizca de poder y de liderazgo, porque quizá, su padre, fue el que aglutinaba esta fuerza política, pero que ahora, los maestros prefirieron irse, cada quien, por su lado.

Ya nada es igual para el Partido Revolucionario Institucional, y ya nada es igual par sus diversos sectores que lo integran, porque nadie, de sus dirigentes, en cada organización, movieron el dedo para apoyar al tricolor en este proceso electoral concurrente, el más importante de los últimos tiempos político en el Estado de Veracruz, y en todo el país.

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¿Y DONDE QUEDARON, TAMBIEN, los votos de los campesinos de México y de Veracruz, en este proceso electoral?

¿Dónde quedó la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado, cuya organización era tan fuerte que fue considerada como la principal generadora de votos en cuanta elección se presentaba.?

Pues nada, que quedó en manos de unos cuantos que hasta la fecha no se sabe que han hecho para seguir los pasos de los viejos líderes, incluso de aquellos que la fundaron para proteger a los hombres del campo y que posteriormente fue utilizada para fines políticos a favor del Partido Revolucionario Institucional.

Hoy, no se sabe con precisión quién es el verdadero líder de los campesinos veracruzanos, porque nadie lo conoce, y que por lo tanto, es una organización que ya no tiene futuro, que también, como el PRI, tenderá a desaparecer muy pronto, pues el espíritu de sus fundadores, se ha perdido en el mar de contradicciones y traiciones que le han hecho al propio sector, que ahora, triste y abandonado, ya no tiene la menor protección frente al Estado.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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