*Dicen que no se sienten las despedidas, dile a quien te lo cuente, Cielito Lindo, que se despida. Camelot

EL ESTIERCOLERO

Terminan las campañas y viene el recuento de los daños. Los cómos y los porqués. Los, te lo dije y los vamos a levantarnos. Así como cada mexicano y veracruzano es un entrenador de futbol en tiempos de Mundial, así somos en la política. Desciframos todo, sabemos qué pasó aunque nadie nos lo haya contado. Las derrotas duelen, las de la vida y la política. Pero tiene uno que levantarse. Como Lincoln lo hizo tres veces y el Pejeilusiones otras dos, y a la tercera fue su vencida. Claro, tenía dos caminos, o la presidencia o a la ‘chingada’, como así se llama su rancho. Sé que hay muchas cosas en las redes sociales, las benditas redes sociales, dijo AMLO. Tiran estiércol y mierda. Hace nada circuló una carta apócrifa, muy balín, donde el panismo acusaba a Alejandro Zairick Morante de traicionar a Yunes Márquez. Era puro choro, los Zairick son panistas y han sido leales a ese partido y a la familia Yunes, padre, hijo y espíritu santo. Eso obligó a que su primo, Daniel, otro candidato que también perdió la alcaldía de Orizaba, saliera en defensa de él. No era necesario, todos los que leímos eso sabíamos que llevaba jiribilla y era pura toluca, para enardecer al contrario. Un dato de la debacle. El PRI perdió las nueve gubernaturas en juego y su candidato (Meade) en las 32 entidades. En el Congreso solo 13 senadores (de 128) y 45 diputados (de 500). El PAN solo ganó las gubernaturas de Guanajuato y Yucatán y pelea Puebla. Anaya solo ganó en el Bajío y fue derrotado en las otras 31 entidades. El Tsunami llamado López Obrador, barrió en el país.

AQUELLA LLEGADA

Cuando Miguel Ángel Yunes Linares ganó la gubernatura de Veracruz, la tierra y los mares se abrieron. Una nueva dinámica se imponía. Hubo persecuciones y arrestos. Un exgobernador está en la cárcel y muchos ex colaboradores. Historia muy sabida y conocida. Cuando la tierra se calmó de esos temblores, se comenzaron a implementar esquemas de orden, las finanzas sanas tomaron rumbo, las obras, sobre todo las de caminos, iniciaban los arreglos, rubro muy abandonado por años por los gobiernos federal y estatal. Lo peor que tiene Veracruz son sus caminos. Lo peor. La inseguridad estaba terrible, sin embargo, a estas alturas va descendiendo. No hubo noche ni día que el gobernador no estuviera preocupado y atento por eso, que es lo que más preocupa a los veracruzanos, la inseguridad. Cada domingo muy temprano, con su staff de seguridad se reunía y daba pormenores. En cualquier sitio del estado. A Orizaba llegó un par de veces. Lo único que vieron mal, mucha gente, me incluyo, es que hubiera (ah, los dichosos hubiera) sido su gubernatura de dos años. Muy poco tiempo. En dos años poco se hace, era un hombre preparado para gobernar seis años, pero las circunstancias lo llevaron a entrarle a ese toro por los cuernos, porque si no entraba ahí, quién sabe qué historia estaríamos contando ahora mismo. Quienes le conocemos, sabemos que redoblará esfuerzos por cerrar bien su Administración, que entregará sin sobresaltos el gobierno a una gente ajena a su partido. Hombre institucional y con miras a lealtad a lo qué hace, sin duda el relevo será de gente educada, de políticos que saben que en la democracia se gana y se pierde. La historia va a juzgar su pequeño mandato. Fue muy poco tiempo, pero con buenos resultados. Creo yo.

LOS JEFES DE PRENSA

Cuando en Pejelandia comienza el amoroso a nombrar a su gabinete federal, entre los que hay un cúmulo de viejos priístas, en Veracruz comienzan las filtraciones de quiénes irán a tal secretaría o de quienes se oyen sus nombres. La jefatura de Prensa, llamada ahora Coordinación General de Comunicación Social, comienzan a barajarse nombres de gente del medio, periodistas y columnistas que allí han andado: Fanny Yépez, Orlando García, Pepe Valencia y uno de los Ferráez, son nombres que comienzan a filtrarse para que acompañen a Cuitláhuac a su gobierno sexenal. Otro garganta profunda me dice que no es así, que vendrá de México, que lo envía AMLO. No lo creo, en Veracruz hay gente preparada, en Veracruz quien llegue debe conocer a todos, editores, reporteros, fotógrafos, columnistas, concesionarios de radio, a todos. Un chilango no haría raíces en Veracruz. Ya algunas veces ha habido algunos foráneos y otros locales: Pepe Miranda, Ángel Leodegario Gutiérrez, Miguel López Azuara, Orlando García Ortiz, El muñeco Silva, Toño Nemi Dib hasta llegar a Raúl Peimbert, que llegó de emergente al bat, cuando el gobernador de las estrellas, Miguel Alemán, riñó con su jefe de Prensa y lo mandó por un tubo. Peimbert es una gente de bien, cayó su nombramiento de primera, vamos, es tan querido y extrañado que en su Facebook sus viejos amigos le recuerdan, y vive feliz haciendo su chamba en Univisión de Estados Unidos. Falta el nombre del Tapado, como en el viejo PRI, pero ahí van varios, hagan sus apuestas y cierren las puertas.

LA FRASE DEL EZLN

El subcomandante Marcos, ahora Galeano, envió un mensaje a López Obrador. Va: “Podrán cambiar de capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”. Sopas.

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