COMO YA habíamos comentado en entrega anterior de esta columna, desde el altiplano ya se esta viendo más allá de los seis años de gobierno, por lo que, hicimos ver también, se preparan dentro del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional, con instrucciones, desde luego, del futuro mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, para operar desde ahora la próxima sucesión a nivel nacional y desde luego en los Estados, como Veracruz, que ya tienen ganados.

Pues bien, mencionados, de la misma manera, que dadas las circunstancias políticas que se han ido presentando en la entidad veracruzana, es posible que para dentro de seis años, ya se estén apuntando, por lo menos, los dos Senadores de la República, que han sido electos, como es el caso de Rocío Nahle, muy cercana al futuro Presidente de la República, así como Ricardo Ahued Bardahuill, a quien no se le niega tener la capacidad suficiente como para gobernar al Estado de Veracruz.

Pero, como en política, todo tiende a cambiar, algunas veces, de la noche a la mañana y de eso se tienen varias experiencias a nivel local, seguramente que saldrán a la luz más nombres que se interesen por participar en la próxima sucesión gubernamental en la entidad, avalados, también, por el partido político Morena, que en estos tiempos tiene acaparada la atención de todos los veracruzanos, por lo que se considera que todavía, para la próxima contienda electoral, Morena, tendrá de su lado la mayoría de votos.

En ese sentido, no hay que olvidar que poco a poco se van conociendo algunas estrategias manejadas por el propio López Obrador, como es el caso recientemente conocido de haber dado suficiente poder político al líder de Morena, en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien se hará cargo, a partir del próximo año, de la coordinación estatal del gobierno federal, en la entidad veracruzana, sustituyendo a todas las Delegaciones federales que ahora funcionan todavía, pero que de acuerdo a la agenda de gobierno del propio mandatario nacional electo, éstas desaparecerán durante su administración.

De esta manera, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, se convierte, casi automáticamente, en otro aspirante más a la gubernatura de Veracruz, con lo que López Obrador, tendrá mucha tela de donde cortar para asegurar que Morena, su partido, siga teniendo el poder político en Veracruz, siempre y cuando, para entonces, no haya desmerecido la presencia de esta organización política, por considerar que se hizo un mal gobierno.

Desde este punto de vista, el mismo Gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, adquiere, también, desde ahora, la responsabilidad de conducirse con todos los principios que se han retomado en esta nueva era del gobierno en Veracruz, y de México, haciendo además, un gobierno a la altura de lo que se quiere a nivel nacional, y porque no, también como lo quieren los veracruzanos, pues para eso votaron en gran cantidad en la pasada jornada electoral del primero de julio, sorprendiendo, electoralmente, a todo el país e incluso a los propios observadores que desde el extranjero siguieron con profundo interés el desarrollo de estos comicios.

Así están las cosas, desde ahora, podemos apuntar, a Manuel Huerta Ladrón de Guevara, en la lucha interna por encabezar la próxima administración en Veracruz, después, claro, de que Cuitláhuac García Jiménez, concluya con su mandato constitucional, dentro del cual, el mismo Huerta Ladrón de Guevara, ya ha declarado que será respetuoso del Poder Ejecutivo en Veracruz, desechando la idea que nació recientemente, de que al obtener poder directo de la Presidencia de la República, podría sobrevenir un gobierno paralelo en Veracruz, ya que su coordinación general de todas las áreas federales, en la entidad, significa que tenga, sin que lo busque, el poder suficiente para decidir sobre cuestiones sumamente delicadas, tanto en política, como en materia de obra pública.

Aunque han surgido los nombres que hemos dado a conocer, todavía habría que esperar mucho, porque Rocío Nahle, podría ocupar una Secretaría y eso le llevaría mucho tiempo como para dedicarse a la aspiración por Veracruz. Esto, se dice, de alguna manera, le abre el camino a Ricardo Ahued Bardahuiil para competir con Manuel Huerta Ladrón de Guevara, como con otros personajes que surjan durante el ejercicio constitucional de este gobierno que comienza a trabajar en el mes de diciembre.

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SABIENDO LA FUERZA política que tiene en todo el país y la confianza generalizada que fue depositada en las urnas en la pasada jornada electoral, Andrés Manuel López Obrador, actúa, casi como si fuera ya el Presidente de la República, en funciones.

Claro, que todo tiene un periodo de preparación para ejercer este cargo, pero sus declaraciones, son propias de un mandatario que sabe de antemano que nadie lo puede detener, como sucedió en la campaña política y con los resultados que obtuvo en las elecciones constitucionales del pasado primero de julio.

Y es que todo mundo lo nota, al grado de que se ha dicho y con mucha verdad, que ha ensombrecido al propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien ya no se mueve, más que para lo indispensable, consciente de que la popularidad del tabasqueño lo ha rebasado y que no pude hacer nada, menos en los pocos meses que le quedan al frente de la Presidencia de la República.

López Obrador, anuncia todos los días sus proyectos y su propia agenda de trabajo, lo que cada mexicano sigue paso a paso, porque de alguna manera, la esperanza esta puesta en este hombre que ha logrado arrastrar a las masas y que con el triunfo que ha obtenido, nadie puede negarle nada e incluso, el propio permiso que le da el mandatario nacional en funciones, de intervenir en lo que sea necesario a fin de llegar a los acuerdos necesarios y poder transitar de la manera más tersa en este nuevo ciclo de la vida política de México.

Sí, nadie lo puede negar, que apenas conocidos los resultados electorales, el gobernante en turno, dejó de ser la figura preponderante en este país y dar paso a quien el próximo primero de diciembre, será el nuevo mandatario nacional, como una fase más de la alternancia política en la nación.

López Obrador, tiene todo el poder y así se ha manifestado por los mexicanos en general, por lo que ya no hay nada que decir y menos que actuar, dejando, solamente, que el tiempo transcurra para dar paso, de verdad, a la sucesión presidencial.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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