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Luego de 20 años de espera, Francia volvió a proclamarse campeona del mundo. El cuadro dirigido por Didier Deschamps, cumplió con los pronósticos que lo colocaban como favorito y derrotó 4-2 a Croacia, la gran revelación del torneo y equipo que se robó el corazón de millones de aficionados en el mundo.

La selección francesa lidereada por Hugo Lloris, Samuel Umtiti, Raphael Varane, Lucas Hernández, Benjamin Pavard, N´golo Kanté, Blaise Matuidi, Paul Pogba, Antoine Griezmann, Oliver Giroud y la nueva estrella del balompié mundial, Kylian Mbappé, emuló el logro conseguido por Zinedine Zidane y compañía en 1998 y que muchos de estos futbolistas presenciaron cuando eran apenas unos niños o algunos ni siquiera habían nacido.

El triunfo de esta nueva generación, conformada en su mayoría por jugadores de origen africano y árabe, refleja el trabajo de Francia en la lucha por la igualdad y por acabar con las y distinciones en contra de algunos sectores.

La nueva campeona del mundo es una muestra clara de esa diversidad que se vive en Francia y en Europa debido a la migración. 14 de los 23 futbolistas que integraron al representativo galo tienen descendencia africana.

Steve Mandanda, Steven Nzonzi y Presnel Kimpembe tienen raíces de la República Democrática del Congo, Adil Rami de Marruecos, Benjamin Mendy de Senegal, N´golo Kanté, Djibril Sidibé y Ousmane Dembelé tienen ascendencia de Malí, Paul Pogba de Guinea, Samuel Umtiti de Camerún, Corentin Tolisso de Togo, Nabil Fekir de Argelia y Kylian Mbappé con padres de Camerún y Argelia y Blaise Matuidi con familia de Angola y de de la República Democrática del Congo.

Además de Francia, países como Bélgica, Inglaterra y Portugal, se vieron beneficiadas dotando a sus selecciones de talento proveniente de África.

Paul Pogba, jugador del Manchester United posa con la Copa del Mundo. Foto: Xinhua

Pero todos estos jugadores no sólo fueron determinantes con la selección francesa, también son pieza fundamentales en sus respectivos equipos, la mayoría de ellos de élite como Barcelona, Chelsea, Manchester United, PSG y Juventus.

El pasado 12 de julio Francia dio un primer y simbólico paso para eliminar la palabra “raza” de su Constitución gracias una primera votación de la Asamblea Nacional francesa, en la que también se instó a evitar toda distinción de sexo.

La República “asegura la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinción de sexo, de origen o de religión”, reza en la nueva redacción apoyada por unanimidad, en lugar de “sin distinción de origen, raza o de religión”.

El dictamen, es un primer paso para su aprobación final, pues, como mínimo, todavía ha de pasar por el Senado, algo que seguramente suceda después del verano.

A finales de junio, la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra) pidió que el actual proceso de reforma de la Constitución francesa se aprovechara para eliminar la palabra “raza” en la Carta Magna por sus connotaciones negativas.

“Ha sido el fundamento de ideologías que nos han llevado al borde del abismo. Ha servido para justificar los peores crímenes, los cometidos contra la humanidad. Por ello, tiene que desaparecer de nuestro ordenamiento jurídico”, opinó entonces en una tribuna en el periódico “Le Monde” su presidente, Mario Stasi.

Samuel Umtiti y Paul Pogba posan para los fotógrafos. Foto: Xinhua

Los diputados franceses comenzaron a debatir la controvertida reforma de la Constitución impulsada por el presidente del país, Emmanuel Macron, que persigue hacer más eficaces las instituciones, pero que, según la oposición, debilita al Legislativo en beneficio del Gobierno.

Se trata de la primera reforma de la Carta Magna francesa desde 2008.

El regreso de los “Bleus”, que han devuelto a los franceses el orgullo de su multiculturalismo, se dio este lunes y los campeones del mundo comprobaron el fervor que ha provocado en Francia su logro en el Mundial, aplaudido por cientos de miles de personas en los Campos Elíseos camino del palacio presidencial.

Antes de recibir la felicitación del presidente, Emmanuel Macron, en nombre de toda la nación, fue una parte importante la que les aclamó, como 20 años antes hicieron con sus antecesores. Los Griezmann, Mbappé y compañía recibieron el mismo baño de masas, en el mismo escenario que se llevaron en 1998 la tropa de Zidane y Desailly.