Comercios y restaurantes en Madrid y Barcelona denunciaron una caída en ventas de entre 15 y 30% por la huelga de los taxistas, que este miércoles cumplían una nueva jornada de protesta contra competidores como Uber o Cabify, colapsando importantes arterias viales.
La huelga comenzó en Barcelona el miércoles de la semana pasada y se propagó el fin de semana a Madrid, para exigir al gobierno español que actúe ante lo que consideran es un laxo cumplimiento de regulaciones de los vehículos de transporte con conductor (VTC).
Desde el lunes, se unieron a la protesta taxistas en varias otras regiones del país.
En Barcelona, la ciudad más turística de España, las ventas en comercios y restaurantes en el centro de la ciudad han caído entre 15 y 25%, estimó Gabriel Jene, de Barcelona Oberta, asociación que representa a negocios en sus principales vías públicas.
La huelga además es el colofón de un año complicado para la ciudad, que en agosto de 2017 sufrió un atentado terrorista y luego fue escenario de numerosas y multitudinarias manifestaciones provocadas por el fallido intento de secesión de Cataluña en octubre.
«Llevamos un ano de ‘conflicto permanente’ en la ciudad», dijo a la AFP Salva Vendrell, vicepresidente de RETAILcat, un grupo que representa a tiendas y restaurantes en una decena de ciudades catalanas.
«Está dañando la imagen de la ciudad», expresó, añadiendo que su agrupación estima que las ventas han caído en promedio un 30% en Barcelona este año por esos acontecimientos, sobre todo en áreas céntricas y turísticas.
El aeropuerto de Barcelona también ha sufrido huelgas de guardias de seguridad o, más recientemente, de la tripulación de cabina de la aerolínea Ryanair.
En Madrid, Luis Pacheco, presidente de la organización de comerciantes COCEM, estimó que las ventas han disminuido entre un 20 y un 30% por la huelga, aunque también por trabajos de mantenimiento en la Gran Vía.
La huelga en España asemeja protestas similares en otros países europeos, donde los taxistas se quejan de que los competidores como Uber amenazan su actividad, alegando que sus licencias son mucho más costosas que las de los VTC.
Las federaciones de taxistas en España buscan que las autoridades hagan cumplir la legislación que establece la concesión de una licencia VTC por cada 30 licencias de taxi.
De su lado, los conductores de VTC han denunciado agresiones durante la huelga.
La delegación del gobierno en Madrid, que se reunió con la patronal de VTC Unauto, indicó que la policía «está realizando las investigaciones de más de 60 denuncias por agresiones físicas, daños a vehículos, coacciones y desórdenes públicos».
