AUNQUE HABIA motivos, no razones, para retardar la entrega de la constancia de mayoría a Andrés Manuel López Obrador, ganador de la contienda electoral del primero de julio pasado, con rumbo a la sucesión presidencial, por fin, el Instituto Nacional Electoral, hizo entrega de este importante documento al político tabasqueño, y principal líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional, partido político que lo esta llevando al poder nacional del gobierno constitucional de México.

Tarde o temprano, esta determinación de las autoridades electorales, tendría que concretarse, sobre todo, porque no quedaron dudas, de ninguna naturaleza, sobre la victoria electoral del famoso Peje, que ahora se convierte en el Presidente electo de la nación.

Para el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, esta es la hora en que también, comience a desalojar las instalaciones de la residencia oficial de Los Pinos, la cual no ocupará Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo a declaraciones anticipadas, queriendo ser congruente con lo que ha ofrecido de no habitar Los Pinos, y concentrarse, para sus actividades presidenciales, en las oficinas de Palacio Nacional, ya que la residencia oficial, era, al mismo tiempo, el espacio de las decisiones presidenciales.

De esta manera, el poder mengua para Peña Nieto, luego de que oficialmente, López Obrador, ya es declarado Presidente electo de México, con lo que asume una nueva dimensión dentro del quehacer político nacional, esperando, solamente, que se llegue el primero de diciembre próximo, para protestar ante el congreso federal, como nuevo Presidente de México, aunque de hecho y de derecho, desde las cero horas del día treinta de noviembre, ya tendrá funciones presidenciales.

Esto genera en el país, otro movimiento político inusitado, después de la campaña presidencial y de las propias elecciones, pues hay que recordar que este hecho, como el de ayer, también es parte del proceso electoral que nos ocupa, pues hasta en tanto López Obrador, no rinda la protesta de ley de su cargo como Presidente de la República, no se habrá consumado la sucesión presidencial.

A partir de este momento, el panorama político nacional, cambia de alguna manera, porque ya comentábamos que Andrés Manuel López Obrador, asume una responsabilidad más y su perfil se va adecuando a la Presidencia de la República, que recibirá en diciembre, junto con la banda presidencial, símbolo de la nueva investidura para quien toma las riendas del país, tanto en lo político como en lo administrativo.

Viene, indudablemente, una nueva etapa para los mexicanos, debido a que cada Presidente que llega a gobernar al país, trae su propio proyecto político nacional, sus propias estrategias para delinear el nuevo rumbo de la nación y ahora, bajo una enorme presión por encontrarse en los momentos clave para México, de salir de los grandes problemas nacionales, como es el caso de la inseguridad en todo el territorio y las grandes carencias económicas que en los recientes meses se han hecho más evidentes, creando, serias necesidades para los mexicanos en general, al grado de que en pocos días, la pobreza se esta generalizando en los sectores más abandonados del país.

Andrés Manuel López Obrador, podrá, si le salen las cosas como las ha planteado, dividir la historia de México, en el antes y el después, pues todo mundo sabe que un cambio, cualquiera que sea a favor de los mexicanos en general, ya será el principio de un gran movimiento que genere otras condiciones de vida para cada uno de los que ahora han depositado su esperanza en un buen gobierno, pero además, el cambio tendrá que favorecer a todos, incluyendo a quienes no estén de acuerdo con las ideas del nuevo gobernante.

En poco tiempo, se verá si las cosas funcionan correctamente, si la voluntad es plena para llevar a México, a otra dimensión de sus desarrollo nacional, o si las cosas toman otro rumbo no concebido por las mayorías que ahora han elegido al nuevo dirigente nacional del país.

Por lo pronto, López Obrador, llega, finalmente, a lo que tanto buscó y persiguió, es decir, su sueño de llegar a ser el Presidente de la República. Ahora, viene lo más duro, lo más pesado del camino político recorrido, es decir, el cumplimiento, diríamos, al pie de la letra, de todos los compromisos contraídos.

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ALGO QUE COINCIDE, pero que no es exactamente lo que se especula, es la puesta en libertad de la dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales Es un hecho que no sorprende, pues su libertad ya estaba definida para cuando concluyera el gobierno del Presidente Peña Nieto. Desde el momento mismo en que se le dio la oportunidad de seguir cumpliendo su pena en un lugar ajeno al reclusorio, es decir, en un domicilio particular, ya se avizoraba que la libertad estaba concebida para estos últimos meses de la administración federal.

La misma Maestra, lo sabía, pues el tiempo de reclusión política, era el que Peña Nieto, gobernara. Así se han cumplido en otras ocasiones, estos hechos, pues fue señalada por delitos que no tuvieron, seguramente, el sustento legal suficiente, pero sí el motivo político necesario para ponerla tras las rejas. Elba Esther, es un ejemplo más de que ante el poder, hay que medir las consecuencias, por lo que, entendido de esta manera, la Maestra, supo aguantar, al final de este sexenio, que por hechos políticos que se van dando, se adelanta, pues el mismo Peña Nieto, ya sabía, que como Presidente, comenzaba a declinar su poder y antes de que las cosas se pusieran más difíciles, decidió otorgar la libertad a quien por años fuera la dirigente más fuerte del magisterio nacional.

Queda, ahora, la pregunta, ¿Volverá Elba Esther, a ser parte esencial del sindicalismo mexicano, al retomar, seguramente, en poco tiempo, el poder que tendía en dicha organización?

Es un hecho que tendrá que esperar, y seguramente mucho de esto se habrá de conocer, cuando comparezca ante los medios de comunicación, allá por el veinte de agosto, para hacer sus primeras declaraciones, que seguramente, ya estarán consensadas con el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador.

¿O, Usted, qué piensa? .

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LA DIRIGENCIA NACIONAL del PRI, mandó a llamar a todos los dirigentes estatales del país, con la finalidad de mantener reuniones en estos días, en la ciudad de México, donde se abordarán, indudablemente, los temas relacionados con el fracaso electoral del primero de julio pasado, tomándolo como base para el nuevo relanzamiento del programa de fortalecimiento político del tricolor.

Allá, en el altiplano, ya esta el dirigente estatal Américo Zúñiga Martínez, recibiendo las instrucciones nacionales, como lo hacen todos los demás responsables de la política priista, en los Estados del país.

Y es que aquí, seguramente, también se está leyendo la cartilla a cada uno de ellos, pues son precisamente, los puntos más importantes de toda la actividad política en los Estados, como responsables directos del quehacer político del PRI, evaluando, al mismo tiempo, las condiciones en que ahora se ha quedado esta organización política nacional, después de haber sido por varias décadas, el partido político de las mayorías.

Así es que, dentro de pocos días, habrá, sin duda, nuevas noticias sobre lo que pretende hacer el PRI nacional, así como cada uno de los dirigentes estatales, pues ya no son momentos para perder el tiempo, sino tiempos para aprovechar todos los momentos más importantes de la vida política del PRI, y del país.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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