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DPA

La coalición militar de países sunitas que dirige Arabia Saudí investigará el ataque aéreo contra un autobús escolar que dejó más de 50 muertos la víspera en Yemen, en su mayoría niños, informó hoy la agencia de noticias saudí spa citando fuentes internas de la alianza.

Los resultados se anunciarán lo antes posible, señala la información, que llega después de las críticas internacionales al ataque.

Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, en el ataque aéreo ocurrido la víspera en la norteña provincia yemení de Saada murieron 51 personas, 40 de ellas niños. También hubo 79 heridos.

Los insurgentes hutíes responsabilizan a la coalición militar liderada por la vecina Arabia Saudí del ataque, mientras ésta se justificó con varias versiones: primero dijo que en el bus viajaban rebeldes hutíes y después que las bombas iban dirigidas en realidad contra lanzacohetes de éstos.

Desde hace más de tres años, la alianza militar, aliada del Gobierno reconocido internacionalmente en Yemen, bombardea posiciones de los rebeldes chiitas, que controlan amplias partes del país, sobre todo del norte, y la capital Saná. Desde la escalada del conflicto en 2015, más de 10 mil personas han muerto, entre ellas miles de civiles. El ataque del jueves fue uno de los que más víctimas inocentes ha causado en la guerra civil. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, lo condenó en la noche del jueves y exigió una rápida investigación de la coalición militar.

El Consejo de Seguridad de la ONU debatirá hoy sobre el tema en una sesión solicitada por Suecia junto a otros países.

La ciudad de Dhayan, en Yemen, seguía el viernes conmocionada tras la muerte de 29 niños en un ataque aéreo contra un autobús, atribuido a la coalición dirigida por Arabia Saudita, que anunció que abriría una investigación, tras los reclamos de la ONU y Estados Unidos.

Esta coalición, que interviene desde 2015 contra los rebeldes, reconoció haber llevado a cabo un bombardeo en la zona pero aseguró que iba dirigida contra un autobús en el que viajaban «combatientes hutíes».

La alianza anunció que abriría una investigación a raíz de las informaciones respecto a «una operación de las fuerzas de la coalición en la provincia de Saada el jueves y un autobús de pasajeros que sufrió daños colaterales».

Este mismo viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá a puerta cerrada para abordar este ataque, informaron diplomáticos. En el lugar de la tragedia, los funerales serán «más adelante», dijo a AFP Yahya Shahem, un responsable del ministerio de Sanidad de la región de Saada, en el norte de Yemen.

«Aún hay restos por todas partes e intentamos confirmar las identidades» de los muertos, agregó. Un fotógrafo de la AFP vio a yemeníes cavando una serie de tumbas para poder enterrar a los niños. En el lugar del ataque aún se ven restos humanos y objetos personales de las víctimas, indicó un periodista de la AFP, mientras en los hospitales intentan curar a numerosos heridos.

Al menos 29 niños de menos de 15 años murieron el jueves en un ataque contra el autobús en el que viajaban y que se encontraba en un frecuentado mercado de Dahyan, en una zona del norte de Yemen controlada por los rebeldes hutíes, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Un hospital que tiene el apoyo de esta organización recibió a 48 heridos, entre ellos 30 niños. Por su parte Estados Unidos y la ONU habían reclamado una investigación.

La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, aseguró que su país está «preocupado» por los informes sobre el ataque que provocó la muerte de civiles. «Llamamos a la coalición liderada por Arabia Saudita a llevar a cabo una investigación exhaustiva y transparente sobre el incidente», dijo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió por su parte «una investigación rápida e independiente». La coalición liderada por Riad interviene en Yemen para apoyar a las fuerzas del presidente Abd Rabo Mansur Hadi que combaten a los rebeldes hutíes que tomaron importantes sectores del país, entre ellos la capital, Saná.

«Falta sangre»

En Dahyan, el responsable del ministerio de Salud hutí, Taha el Mutawakel, dijo a la prensa que «51 personas murieron, entre ellas 40 niños» y que había 79 heridos, 56 de ellos niños. Denunció un «crimen horrible» que atribuyó a la coalición.

«Este balance no es definitivo, hay todavía numerosas personas desaparecidas y restos dispersos en el lugar del crimen y sus alrededores», agregó. «Nos falta sangre», dijo por su parte Jameel Al Fareh, uno de los médicos de las urgencias del hospital de la ciudad de Saada, pidiendo donantes.

La coalición calificó su ataque de «operación militar legítima». El ataque apuntaba «elementos que (…) dispararon un misil hacia la ciudad (saudita) de Jizan, causando un muerto y heridos entre los civiles» el miércoles, señaló en un comunicado.

Hace una semana la coalición negó haber lanzado ataques que dejaron, según el CICR, 55 muertos y 170 heridos en Hodeida, en el oeste de Yemen. La coalición ya fue acusada en el pasado de varios ataques contra civiles. Admitió su responsabilidad en algunos bombardeos pero acusa regularmente a los hutíes de mezclarse con los civiles o de utilizarlos como escudos humanos.

Los rebeldes hutíes, miembros de la minoría zaidí (una rama del chiismo), tienen el apoyo de Irán pero Teherán niega cualquier tipo de respaldo militar.

«¿El mundo necesita realmente ver más niños inocentes muertos para detener la cruel guerra de Yemen?», reaccionó el director para Medio Oriente del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Geery Cappelaere.

«Los civiles siguen pagando el precio más elevado luego de tres años de guerra en Yemen», lamentó Médicos Sin Fronteras. La guerra en este país ha dejado más de 10 mil muertos desde que Arabia Saudita lanzó su intervención en 2015 y provocó «la peor crisis humanitaria» del mundo, según la ONU.