Posterior al lanzamiento de la secuela de Deadpool, se han difundido escenas que fueron eliminadas de la cinta.
Una de las escenas inéditas de la cinta, aparecía el intérprete de Deadpool, Ryan Reynolds, con intenciones de matar a Adolf Hitler, cuando apenas era sólo un bebé.
La secuencia, formaba parte de la escena poscréditos de la cinta, sin embargo, fue retirada para la versión que se exhibió en el cine.
Hubo muchas escenas que fueron retiradas, sin embargo, esta en particular podría haber revivido el polémico pasado de algunos individuos alemanes.
Los poscréditos se dan cuando Deadpool llega a los cuneros de un hospital; en él se encuentra a Hitler y dice la frase en voz alta “sería muy fácil”, refiriéndose a matarlo.
Dichas escenas se podrán observar en la versión extendida de la cinta.