1) «Impericio, joven sin ciencia de la vida, casó con Taisia. linda chica con bastante mundo. Al terminar el primer acto de amor, ella suspiró y dijo: «Bueno, después de todo yo tampoco sé cocinar». 2) La chica de tacón dorado le contó a su cliente: «Tengo dos hermanas, una es monja y la otra, maestra». Preguntó el tipo: «¿Y cómo fue que tú llegaste a este oficio?». -Realmente no lo sé, respondió ella. Supongo que fue mi buena suerte». Los publica en «Reforma». Foto de «El País».