Agustín Basilio de la Vega

En 1990 Carlos Castillo Peraza escribió que “México, a pesar de todo, camina hacia mejores días”. No había pasado mucho tiempo que el excandidato del PAN a la presidencia de la Republica, Manuel Clouthier, había muerto en un accidente automovilistico y de la victoria de Acción Nacional en la elección municipal en la que ganó la alcaldía de Mérida, Yucatán. Fueron tiempos de avances democráticos graduales en medio de “dolores y alegrías”.
A 18 años de su muerte, los textos de Castillo Peraza cobran importancia por la actualidad de sus ideas, palabras y testimonio. El México del carro completo está de regreso y con él de la hegemonía de un Partido de Estado. El presidencialismo regresó hoy aderezado por el populismo y con un halo mesiánico.
En su libro, “El PAN nuestro” Carlos escribió: “Pensar la política es razonar antes de hacer y reflexionar después de actuar” en sus casi doscientas páginas, el autor reseña el origen del Partido acción Nacional, sus raíces cristiano-demócratas, el avance de las libertades ciudadanas, el acotamiento al “carro completo” y el derecho al diálogo. Es también la narración de la lucha por las libertades políticas y la construcción real de instituciones que hoy son plenamente garantes de la vida democrática de nuestro país.
Paradójicamente, por la vía democrática ha regresado al gobierno el nacionalismo estatista que podría representar una regresión autoritaria si los mexicanos no construimos los contrapesos republicanos desde la sociedad y los partidos políticos independientes al poder público.
En los hechos, ganaron la presidencia de la Republica, la mayoría de los gobiernos estatales, municipales y escaños en las cámaras de diputados y senadores, políticos que están en contra del “neoliberalismo” sus instituciones y de los partidos tradicionales.
La bandera anticorrupción fue el eje del mensaje y es el cimiento de la esperanza de millones de mexicanos que como Carlos, son optimistas, porque queremos caminar haca mejores días: con más seguridad, mejores empleos, más servicios de salud, pensiones suficientes, educación de calidad y en general mayor bien común.
Pero ¿todo eso debemos esperar del Estado? ¿El gobierno debe ser el principal responsable? En Cuba y Venezuela han tomado ese camino con resultados desastrosos para las familias de sus países pues la carestía y la inflación han sumido en la pobreza a la mayoría de la población. Allí ya no hay ni libertad.
En México, a pesar de todo, los niños pueden ir a la escuela pública, muchos tienen derecho al IMSS, existen farmacias con todos los medicamentos (algunas con precios populares) transporte público de todo tipo y precios, mercados y supermercados donde se encuentran todos los productos nacionales y del mundo, la mayor parte de la población tiene servicio de energía eléctrica y de agua, 93% de mexicanos cuentan con celulares (hay 115 millones de líneas) y uno de cada cuatro tiene coche.
Hace 30 años se vislumbró el camino para eliminar las carencias (políticas, sociales y económicas): la democracia, la solidaridad, la subsidiaridad y el esfuerzo de muchos como Carlos Castillo pusieron sus cimientos con diálogo y políticas públicas realistas. Ayudemos al actual gobierno a combatir la corrupción, mejorar la seguridad y a no abandonar lo bueno para así continuar caminando hacia mejores días.
@basiliodelavega 10 de septiembre 2018