La semana pasada los morenistas estaban listos para iniciar las investigaciones sobre Rosario Robles y el supuesto desfalco de 700 millones de pesos a su paso por Sedesol y Sedatu. Ya hasta la habían llamado a comparecer en San Lázaro, peeero, el beisbolista tabasqueño mandó señales desde el dougot de que ¡pa´tras los filders! Hasta a sus propios seguidores desconcertó el hecho de que el Presidente saliera a defender a Rosario Robles, diciendo que era un chivo expiatorio y además que las denuncias por el desfalco eran un mero circo. Puso en aprietos a sus fans que no hallan como justificarlo. Eso comentan en «Templo Mayor» de Reforma.