«¿No que amor y paz? ¿No que abrazos y no balazos? ¿No que transición de terciopelo? Pese a las promesas, a AMLO se le botó ayer el tapón y agarró parejo contra empresarios, prensa (la fifi, por supuesto) el actual gobierno y hasta el neoliberalismo. Curiosamente, el enojo de AMLO se originó ¡por algo que él dijo! Al tabasqueño no le gustó que salieran a corregirle la plana con eso de que el país está en bancarrota». Eso escriben en «Templo Mayor de Reforma…Anoche, Rafael Pérez Garay, con López Dóriga, dijo que también los líderes se equivocan, y sería muy sano que AMLO, cuando se equivoque, como en esta ocasión, tenga la humildad para reconocerlo (y sin tirar «trancazos» a diestra y siniestra, como lo hizo ayer).