Raúl González Apaolaza, director corporativo de infraestructura del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), afirmó este martes que la construcción de la terminal aérea sólo lleva un año de retraso, por lo que entraría en operaciones en 2021.
En entrevista para Televisa, el directivo expuso que desde el anuncio del nuevo aeropuerto en 2014, se afirmó que éste entraría en operación en octubre de 2020, no obstante, por algunas adecuaciones la construcción tardará un año más.
Sin embargo, esto contrasta con la información proveída por Grupo Parsons, empresa gerente del NAIM, que señala de acuerdo con el plan maestro de la obra, ésta se abriría hasta 2022.
Originalmente estaba previsto que la nueva terminal entrara en funciones en octubre de 2020- Ahora el plan es que comience a operar en el segundo semestre de 2022, según el documento de la consultora, citado por Bloomberg.
Entre los retrasos está el edificio terminal de pasajeros, que se terminaría en agosto de 2021.
Sobre la consulta programada para finales de octubre, propuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en la que se decidirá el futuro del NAIM, González Apaolaza señaló que se debe contar con documentos que avalen la seguridad operacional tanto de la obra en Texcoco como de la opción de adecuar el actual aeropuerto y sumar operaciones en la base área de Santa Lucía
En ese sentido, explicó que el costo original del NAIM era de 13 mil 300 millones de dólares, cuando el tipo de cambio con el dólar estaba en los 12 pesos, por lo que los costos han aumentado.
El directivo apuntó que el índice inflacionario también ha contribuido a subir la inversión final.
González Apaolaza apuntó que el diseño original del NAIM sufrió una rectificación pues se tomó como base el crecimiento del 4.5 por ciento del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), pero que ahora crece a un ritmo del 9 por ciento gracias al impacto del turismo.
El directivo aseguró que un equipo de trabajo está manejando la posibilidad de ahorrar hasta 10 por ciento de los costos de construcción, a través de la compra de materiales de origen nacional, y cercanos a Texcoco, en específico vidrio y acero.
Por otra parte, Víctor Hernández, consultor de aviación civil, agregó que se cuentan con estudios que avalan a la base aérea de Santa Lucía compatible con la actual terminal capitalina, pero que es necesario realizar un estudio complementario.
“Hay operaciones en Santa Lucía, son pocas, pero siempre ha habido, incluso vuelos de otros países, vuelos grandes”, por lo que es una opción viable para satisfacer la demanda.
Destacó que hacer este estudio tomará al menos cuatro meses, pero la viabilidad existe.
“Desde el punto de vista aeronáutico las dos opciones son viables, es compatible Santa Lucía, sólo falta un estudio (…) No es una idea, es una realidad porque el aeropuerto existe, hay un estudio donde se evaluó que pueda ser usado para fines comerciales y es factible”, puntualizó.