*Si los que hablan mal de mí supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, hablarían peor. Camelot

EL PRESIDENTE EN LIOS

Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas. Al amanecer de este día, leo en un diario local que Enrique Peña Nieto y parte de su Gabinete buscan un amparo federal. ¿Y eso? Me pregunté tempranito bien angustiado. Sucede que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, y la Fiscalía General del Estado, le tienen una sorpresita al presidente para que, cuando deje la presidencia, las fuerzas del orden vayan por él y lo detengan, junto a algunos de su gabinete, para que respondan por acusaciones de encubrimiento por un secretario general del PRI que se tentoneó nomas 250 millones de pesos. Insólito, Jamás un presidente había intentado, desde el departamento jurídico de la Presidencia, buscar una controversia constitucional por ese asuntillo que huele a podrido. Peña sufrirá las consecuencias de su presunta corrupción. Le esperan días difíciles, los de Ayotzinapa y Acteal, esos van a ser ventilados en organismos mundiales, donde ninguna autoridad mexicana podrá detenerlos, y es probable que alguna vez, si se decide salir del país, sea detenido como el gorila Pinochet, cuando lo detuvieron en Inglaterra en el año 1988, por petición del juez Baltasar Garzón, de España, y salvó regresar a su país después de 500 días detenido en prisión casera, porque la Margaret Thatcher metió las manos. Cuidado, Enrique, checa bien todas las demandas que te vendrán en cascadas. No vaya a ser la de malas que andes por Europa y moles, detenido, apañado.

EL PADRE RUA (RAFAEL RUA Y ALVAREZ)

Leo en otro diario local, que harán un homenaje al Padre Rúa (Rafael Rúa Álvarez). Nacido un 16 de octubre de 1902, con estudios en el Seminario Conciliar de Veracruz, bajo la tutela de Rafael Guízar y Valencia, que ahora es Santo. Ordenado sacerdote en 1928 y doctor en filosofía y teología y promotor de muchas y varias escuelas en esta zona, como el ITO, Instituto Tecnológico de Orizaba. Llegó a Orizaba en 1940 a la Parroquia de San Miguel. Era tan poderoso como Obispo o Cardenal, sin serlo. Debo decir que quien esto escribe le conoció por intermediación de Juvencio Rosas Reyero, promotor de futbol, un buen amigo de él. Antes de su muerte, en 1971, allá por 1969, le conocí porque nos unían la lectura, y me lo encontraba varias noches en un puesto de periódicos y libros junto a la Farmacia Labardini, en la Calle Real. Alguna vez lo entrevisté para la Radio XEOV. Vivía en la calle Poniente 2, cerca de donde ahora está Súper Ahorros, alguna vez con Juvencio le visitamos en esa cueva santa, su domicilio particular. Era el Padre non, el que dirimió los conflictos de los obreros de Rio Blanco, y dicen que sentaba en un lado a los rojos y en el otro a los azules, y les daba la misa y la homilía y las palabras y al final hacia que se dieran la mano, a regañadientes. Era también amigo personal y confesor del expresidente Miguel Alemán Valdés, y lo que se les ofrecía, por ahí lo tramitaba. Me acuerdo que cuando murió su sepelio fue algo insólito, fieles y fieles le lloraban y le acompañaban a su último adiós en la tierra. Un buen Cura, el Padre Rúa.

DE VIAJE A MADRID

Cuando mis lectores lean estas líneas, debo andar trepado en un Aeroméxico rumbo a España. Voy a mi viaje anual con mi nieto, Chicharito, que lo llevo desde que tenía 11 años y ahora tiene 15, antes yo mero le cuidaba, ahora él me cuida. Voy a ver cómo andan aquellas andanzas y ver como se ve al Real Madrid sin Cristiano Ronaldo, comerme en La Bola un cocido madrileño y visitar y abrazar y entregarle su botella de tequila al amigo Pedro, el Concierge del hotel Liabeny, la embajada de México en Madrid. Ahí les cuento cómo anda aquello. Va, mientras a relajarse para un viaje de 10 mil kilómetros y 10 horas arriba de ese armastote de Aeroméxico.

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