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Noreste.net.

Hasta 50% más en comparación con registros anteriores incrementó este año el número de quejas en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en su mayoría de empresarios, por lo que la empresa tendrá que comparecer, indicó el subdelegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Víctor Manuel Rojas Utrera.

Mencionó que en Poza Rica se contabilizan al menos 40 quejas de la Iniciativa Privada por el aumento en las tarifas por el consumo de energía eléctrica, mismas que se suman a otras veinte registradas desde el centro hasta el norte del estado.

Esta situación provocó que en esta región, empresarios y usuarios domésticos buscaran a la Superintendente Comercial y responsable en suministro básicos en la zona de Tuxpan-Poza Rica, de la empresa productiva del Estado, Rosalba Bastián Reyes, para aclarar el alza injustificada; sin embargo, se toparon con una persona soberbia y prepotente que, lejos de resolver sus inquietudes, las desdeñó, ante lo cual buscaron el respaldo de Profeco.

A pesar de que esta pseudofuncionaria percibe un salario por resolver los problemas de este tipo que se presentan en la empresa, su actitud dista de ello, misma que pareciera aprendió de su jefe inmediato, Jorge Segura Celis, jefe de Suministro Básico de la División Oriente, quien tampoco atiende las quejas de los clientes.

Otra de las irregularidades que también llevarían a la CFE a comparecer ante Profeco, es la presunta venta de medidores alterados que se ha convertido en un mercado negro, fomentado por propios trabajadores de la empresa, quienes ofrecen estos aparatos para reducir el registro de consumo.

“Quitas el tuyo, colocas el otro (alterado) para que estés consumiendo y unos días antes, cuando vaya a pasar el que hace la lectura, vuelves a colocar el tuyo y entonces solo registrará pocos watts consumidos”, explican quienes conocen de este mercado negro de medidores y del que Rosalba Bastián Reyes no emite ninguna aclaración ni se muestra dispuesta a efectuarlo.

Sobre esta última situación, Rojas Utrera no emitió comentario alguno, pero confirmó que las quejas van en aumento y en ese sentido están por radicarse ante la Profeco, mientras tanto la empresa no puede suspender el servicio a los usuarios en tanto no se diriman.

Representantes de la empresa serán requeridos al igual que usuarios inconformes, para que a través de audiencias se pueda llegar a una conciliación, y en caso de no hacerlo, se procederá a dirimir y aplicar las sanciones correspondientes, ya sea contra la exparaestatal o funcionarios, como Rosalba Bastián Reyes y Jorge Segura Celis, quienes empeoran la imagen de la Comisión Federal de Electricidad.