A casi tres semanas de que la primera caravana de centroamericanos entró a nuestro país e inició su peregrinar hacia los Estados Unidos de Norteamérica, con la finalidad de alcanzar el codiciado llamado “sueño americano”, con aproximadamente cinco mil personas, a la fecha ya se puede considerar que el número de éstos en territorio nacional ya alcanza los diez mil.
El o los motivos para abandonar sus países, son los mismos que nuestros connacionales tienen y por los cuales tratan de irse a trabajar a la Unión Americana, desempleo, pobreza, inseguridad y otros. Pues la situación de esos países en comparación con el nuestro es muy similar en muchos aspectos, más no podemos considerar que igual en lo general.
Esta es la tercera ocasión que en este espacio bordamos el difícil y espinoso tema. La primera vez nos referimos al problema que a futuro y no muy lejano puede representar el paso de estas caravanas por nuestro territorio hacia el norte, y la segunda, nos preguntábamos, ¿Qué había atrás de este éxodo de personas a nivel internacional?
En cuanto al primer cuestionamiento y sin que aún los hondureños, costarricenses y guatemaltecos hayan llegado a la frontera con Norteamérica y se percaten de lo diferente que será el querer entrar a esa Nación, comparado como lo pudieron hacer en México. Definitivamente creo que su actitud será otra, pues el presidente Donald Trump, nos guste o no, haciendo uso de su derecho que le concede no permitir a cualquier persona el ingreso a su país, ya manifestó que no pasarán. Y una muestra de ello es el número de soldados, cerca de cinco mil, que ya envió a la frontera con nuestro país, además de los miles de integrantes de la Patrulla Fronteriza. Situación de la que, en cuanto se percaten los centroamericanos que logren llegar a esta frontera seguramente les hará cambiar sus intenciones. Y más cuando hay el ofrecimiento del gobierno entrante de otorgarles visas de trabajo. Trabajo del cual carecen gran parte de nuestros compatriotas. Posición en la que acomoda como anillo al dedo el dicho: “no hay que ser candil de la calle y oscuridad en tu casa”. Pues mientras la actual administración de la Ciudad de México (CDMX), atiende por humanidad y solidaridad a miles de centroamericanos en forma muy aceptable, con comida, médicos, lugares para descansar, cobijas y otros enseres y servicios, nuestros compatriotas de las zonas azotadas por los recientes huracanes y problemas climáticos que han llegado a nuestro país, están en el olvido. Hay que ser compasivos con el prójimo, pero la caridad por la casa empieza, o no.
El problema de la permanencia de los centroamericanos en nuestro país aún no comienza. Hay que esperar unas semanas y lo comenzaremos a padecer, no es que sean malas personas, pero al estar en otro país con muchas dificultades, es natural que tendrán que llevar a cabo acciones que posiblemente en su país, nunca habían realizado y que sabemos cuáles son.
En cuanto que hay atrás de este movimiento de personas a nivel internacional en la zona central y parte del norte del continente americano, ya se está comenzando a ver. Pues con éste la política antimigración del actual Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (EUA), se fortalece ante sus partidarios y aunque no le fue como esperaba en las pasadas elecciones intermedias y perdió el control de la Cámara de Representantes (Cámara de Diputados en México), continúa con el control en la Cámara de Senadores de su país y hasta el momento tiene un positivo número de gobernadores, lo que aunado a lo que le dejen las caravanas, será muy importante para él, en su intento de reelección en la presidencia de los EUA. Usted qué OPINA estimado lector. Hasta el lunes. noti-sigloxxi@nullhotmail.com. (Fech. Púb. Vier. 9-noviembre-18)