La marcha en contra de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco llena un sentido de Paseo de la Reforma, del Monumento a la Independencia a la Glorieta de la Palma, y se dirige al Zócalo.
En el contingente se distinguen muchos sombreros, muchos gorros rojos y blancos, así como personas gritando «¡Texcoco! ¡Texcoco!», «¡Populismo no!» y con carteles con leyendas de rechazo a la cancelación del NAIM y a la visita del Presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Los inconformes también critican la forma anunciada de gobernar por el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, basada en «consultas populares».
«No consultas amañadas», se lee en algunas pancartas.
«Necesitamos un aeropuerto que represente a México ante el mundo» y «Queremos procesos democráticos», se lee.
Aunque durante su campaña había prometido cancelarla por costosa y porque estaba llena de corrupción, al final, el tabasqueño la sometió a consulta, organizada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin ajustarse a las leyes ni con garantía para evitar el fraude.
La mayoría de los que votaron lo hicieron en contra del NAIM y a favor de que se construyan dos pistas en la Base Militar de Santa Lucía.
El Presidente electo se ha reunido con los empresarios constructores, a quienes ofreció indemnizarlos y nuevas obras.
«Esta marcha es por la legalidad, el Estado de Derecho y en contra de que se Gobierne a capricho», dijo Iván Ruiz.
«Hay 64 estudiosos que avalan la obra en Texcoco, en Santa Lucía no hay ni estudio de impacto ambiental».
Las consignas se van armando en el camino: «¡No soy fifí, trabajo por ti!» «¡Queremos Texcoco!
Foto de Alejandro Mendoza,