El que no ha perdido el tiempo es el gobernador electo de Jalisco, Enrique Alfaro. Cuando se instaló el Congreso local de Jalisco, Morena tenía ocho diputados. Se espera que tras las maniobras de Alfaro, el Partido de la Cuarta Transformación se quede con entre tres y cuatro legisladores. Dos factores intervienen para ello: el intenso cabildeo por parte del gobernador electo y las pugnas internas de Morena en el estado de Jalisco. Lo comentan en «Rozones» de «La Razón».