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Notimex

Cientos de personas, desde figuras de la cultura, el cine, la política y la televisión, hasta seguidores, desfilaron ayer ante el féretro con los restos del cineasta Bernardo Bertolucci, en la capilla ardiente instalada en el ayuntamiento de Roma.

El ataúd llegó por la mañana desde la casa del director, en la vía de la Lungara, hasta la sala de la Protomoteca del Capitolio, la sede del municipio.

La capilla ardiente estuvo abierta de las 10 a las 19 horas locales para que el público pudiera dar el último adiós al cineasta, quien falleció el lunes pasado a los 77 años a causa de una crisis respiratoria, tras una larga enfermedad que lo obligaba a estar en silla de ruedas.

Uno de los primeros en llegar fue Vittorio Storaro, director de fotografía de casi todas las películas de Bertolucci y ganador de un Oscar por El último emperador (1987).

“Al inicio era un compañero de trabajo, después un hermano, pero casi inmediatamente se volvió un maestro para mí”, dijo Storaro emocionado.

  • El Dato: El próximo 6 de diciembre se le rendirá un homenaje en el teatro Argentina, situado en el centro de Roma. En Trastévere planean proyectar algunas de sus cintas.

Relató que con la cámara el cineasta fallecido buscaba hacer no un relato, sino una poesía (era hijo del poeta Attilio Bertolucci) y usaba muchos símbolos, dada su experiencia con el psicoanálisis.

“Adiós a mi último emperador, que se sentía un poco un ratón en el queso. Gracias por haber sido tan especial. Por tu cine tan especial. Espero volver a encontrarte y volver a hacer una película juntos. Un largo beso”

Stefanía Sandrelli

Actriz

También la actriz Stefania Sandrelli, quien fue protagonista de cintas como Novecento, Partner, Il Conformista o Io ballo da sola, todas dirigidas por Bertolucci, declaró que para ella “fue un privilegio haber podido trabajar con él”.

“Fue una gran colaboración y una gran amistad, iniciada en 1961 en el set de
Accattone de (Pierpaolo) Pasolini, me llamaba la actriz de (Pietro) Germi y conmigo tenía una actitud paternal, me extendió la mano para que siguiera un camino a su lado”, señaló.

Por su parte, el cineasta Paolo Taviani declaró que con la cinta Novecento, de 1976, la cámara de cine sirvió “para contar luces y sombras” del siglo XX.

Aseguró que recientemente había hablado con Bertolucci, quien le confió su intención de hacer otra película en un ambiente de tres habitaciones, pues debido a la enfermedad estaba prácticamente inmovilizado en una silla de ruedas.

“Era nuestra guía, nuestro maestro, pero sobre todo era una especie de padre putativo que siempre nos defendió y ayudó. Hoy nos sentimos de verdad huérfanos”

Valero Carocci

Integrante de Cinema América

Se trataba del proyecto The Echo Chambre, título de un guion que Bertolucci había apenas terminado de escribir con Ludovica Rampoldi e Ilaria Bernardini, y que estaba listo
para transformarlo en filme.

Por la capilla ardiente también pasaron los cineastas Giuseppe Tornatore, Nanni Moretti, Saverio Costanzo, Mariasole Tognazzi, Mimo Calopresti, Mario Martone, además de las actrices Laura Morante, Isabella Ferrari y la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, quienes dieron el pésame a la viuda, Clare Peploe.

Enfermo desde hace tiempo, Bertolu-
cci ganó en 1988 el Oscar como mejor director por la cinta El último emperador, mientras que en 2007 le fue entregado el León de Oro a la carrera en la Muestra de Cine de Venecia, y en 2011 la Palma de Oro honoraria del Festival de Cannes.

Nacido en la ciudad de Parma y hermano del también director Giuseppe, fallecido en 2012, la última cinta dirigida por Bertolucci fue Yo y tú, basada en la novela homónima de Nicoló Ammaniti.