Primer largometraje de la realizadora afroamericana Margaret Betts, cuenta la historia de Cathlen, una joven que se enfrenta a una vida familiar que no le satisface, que ingresa a un convento donde siente paz y tranquilidad, pero después empieza a cuestionar la vida religiosa.
Título original: Novitiate
Producción: Estados Unidos, 2017
Dirección: Margaret Betts
Guión: Margaret Betts
Música: Christopher Stark
Fotografía: Kat Westergaard
Con: Margaret Qualley, Melissa Leo, Julianne Nicholson, Dianna Agron, Morgan Saylor, Denis O’Hare, Liana Liberato, Maddie Hasson, Eline Powell, Chris Zylka, Ashley Bell, Rebecca Dayan, Lucie Carroll, Kamryn Boyd, Marco St. John, Chelsea Lopez
Sinopsis: En 1965, al fin del Concilio Vaticano II, Cathlen (Margaret Qualley), de 17 años, hija de una madre abandonada (Julianne Nicholson) decide hacerse religiosa. El postulantado y el noviciado lo hace en un convento dirigido por una superiora (Melissa Leo) muy conservadora y estricta que se niega a aplicar los acuerdos del Concilio.
Cathlen, de niña, vive las violentas peleas de sus padres y después, ya separados, se encuentra con los novios que su madre introduce a casa. Ella es atea, pero lleva a su hija a la Iglesia para que vea si esa vida le interesa. A Cathlen le gusta el ambiente. Ahí encuentra la tranquilidad que buscaba.
Un día unas religiosas tocan a la puerta de su casa, para ofrecer que ella entre a su colegio. Cathlen, ya en la escuela, se acerca con una de las monjas y a través de ella se entera de la vida religiosa. En el colegio visita la capilla y habla con Jesús.
Entra al noviciado donde vive feliz, pero después le surgen dudas sobre su fe y vocación religiosa. En buena medida provocadas por la concepción que tiene la superiora de lo que es la vida religiosa y la dureza de sus métodos de enseñanza.
Al terminar el noviciado sus compañeras deciden hacer sus votos en una ceremonia solemne con presencia de sus familias, pero ella opta por dejar la vida religiosa. Ese no es su mundo.
Comentario: Es el primer largometraje de la realizadora afroamericana Margaret Betts. En 2010 hizo el documental The Carrier (2010). En el Festival de Sundance su trabajo fue muy reconocido. Todo gira en torno a un mundo exclusivamente femenino.
La historia central es la de Cathlen, una joven que se enfrenta a una vida familiar que no le satisface, que ingresa a un convento donde siente paz y tranquilidad, pero después empieza a cuestionar la vida religiosa, por lo menos en la manera que la concibe la superiora del convento.
De esa historia se desprenden otras sub-historias. La de la madre de Cathlen con sus problemas personales y que no ve con buenos ojos que su hija se haga monja. La de la madre superiora rígida y conservadora que se niega a implementar los cambios que promueve la Iglesia después del Concilio Vaticano II. El mundo en el que vivió se le viene a tierra.
La directora, más allá de estas tres historias personales, presenta el drama y la lucha al interior de Iglesia entre la tradición que se resiste a ceder y lo nuevo que plantea el Concilio Vaticano II. El impacto de esa tensión en la vida religiosa femenina fue enorme. Decenas de miles deciden salirse de los conventos. Y se reducen de manera dramática las vocaciones.
Los críticos elogian el trabajo de Melissa Leo, la madre superiora, que ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria por The Fighter. El de Margaret Qualley, la novicia, y el de Julianne Nicholson, su madre. Se reconoce también la fotografía de Kat Westergaard y la dirección de Margaret Betts.
La directora construye muy bien, a partir de estas historias personales, lo que vive la Iglesia como resultado del Concilio Vaticano II. El drama personal está inmerso en el que vive la institución. Es una historia muy bien contada que supone conocimiento de la vida de la Iglesia.
Premios: Premio Gotham 2017, Mejor director revelación, Premio de la audiencia; Premio Sundance 2017, Premio Especial del Jurado, Mejor director revelación; Premio Satellite 2018, Mejor actriz de reparto.
@RubenAguilar