Como cada 7 de diciembre, la comunidad tuxpeña celebra una de las tradiciones en Veracruz más bellas de la época decembrina: el Día del Niños Perdido; una noche en la que varios pueblos y ciudades del norte de la entidad, y principalmente en la cabecera municipal de Tuxpan, las calles se iluminan con velas.
En Xalapa se cumplen 25 años de continuar con esta tradición que llegó a la zona centro, y que cada diciembre asombra a los capitalinos.
De acuerdo con algunos datos históricos, esta conmemoración tiene su origen en el siglo XVIII, a través de un fraile como forma de evangelización y reforzamiento de la fe, y está basada en una histórica bíblica: Lucas capítulo 2.
La historia (que seguramente ya conoces) narra el día en que el niño Jesús se pierde en Jerusalén, y es halado por José y María tres días después, predicando en un templo.
En Tuxpan, dan las 19 horas y un silbato marca el inicio de la actividad, verás a la gente salir de sus casas para colocar velas y veladoras en las aceras para iluminar el camino y ayudar al “niño Jesús” a regresar a casa.
Las primeras velas se encienden en el callejón de El Niño Perdido, y hasta el centro de la ciudad y algunas colonias y calles aledañas.
Con el paso del tiempo, inició la costumbre de crear carritos de madera o de cartón para que los niños y niñas trasladen sus velas, y al final, son premiados en un concurso.
Esta tradición se extiende en los municipios de Poza Rica, Papantla, Álamo y Cerro Azul.
En Xalapa, las velas se encenderán en los parques y áreas verdes del Centro, como el Parque Bicentenario, Los Berros, el parque María Enriqueta, y por supuesto, El Parque Juárez y Los Lagos, a partir de las 18 horas del 7 de diciembre.