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AFP

El guatemalteco Rafael Salguero, de 73 años, ex jefe del futbol de su país y ex miembro de los comités ejecutivos de FIFA y Concacaf, se libró de la cárcel este jueves por su «ayuda sustancial» al gobierno estadunidense que develó el escándalo Fifagate.

Salguero había desaparecido misteriosamente tras su arresto a fines de 2015 en Estados Unidos.

Pero el martes pasado el gobierno publicó documentos judiciales que revelaron que hace más de dos años, en octubre de 2016, Salguero se declaró culpable de asociación criminal para delinquir, fraude bancario y conspiración para lavar dinero, y que coopera con la fiscalía desde su detención.

Pasó tres años en arresto domiciliario en un lugar secreto, por razones de seguridad.

Los delitos de los que era acusado tienen una pena máxima de 20 años cada uno, pero debido a su cooperación, la jueza aceptó la sentencia sugerida por el fiscal Sam Nitze: nada de cárcel y dos años de libertad condicional.

Salguero deberá restituir hasta 288 mil dólares que recibió en sobornos a cambio de la concesión de derechos de televisión y marketing para torneos de futbol, tráfico de influencias y reventa ilegal de entradas para los Mundiales de 2006, 2010 y 2014, de los cuales ya pagó 168 mil.

«Estoy tranquilo y feliz», dijo Salguero tras el fallo, interrogado por la Afp. «Regresaré a Guatemala en el momento que pueda. Quiero estar con mi familia y dedicarme a ellos», añadió.

“Me siento profundamente arrepentido de algunos errores cometidos, pero considero que fueron producto de un tsunami que abarcó al futbol mundial y que venía de muchos años atrás, de finales de los ’80’”, dijo el acusado a la jueza durante la sentencia.

Chen no apreció su comentario.

«Un tsunami sugiere falta de control» pero usted «podría haber dicho no, podría haber hecho su trabajo de manera honesta», como muchos otros, le dijo la jueza.

«Eligió no hacerlo (…) Es una decisión moral que tomó y ahora está pagando por eso», añadió Chen.

«Este esquema (…) pudrió el corazón mismo del futbol profesional internacional» y «ciertamente ha dejado un ojo negro al deporte en todo el mundo», opinó la jueza, que alabó no obstante su «ayuda sustancial» al gobierno.

Salguero es uno de los acusados del Fifagate, el escándalo develado por el gobierno estadunidense que acusó a 42 personas y a empresas deportivas de 92 delitos y de aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.