Los bonos emitidos para financiar parte de un nuevo aeropuerto en Ciudad de México, que se planea cancelar, se recuperaron inicialmente tras una oferta de recompra de casi un tercio de la deuda, dijo IFR, un servicio de noticias de Refinitiv.
Los bonos Mexcat por un total de 6 mil millones de dólares han estado bajo presión desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió este mes, dijo semanas atrás que el proyecto de 13 mil millones de dólares se cancelaría.
Pero la oferta de recompra de mil 800 millones de dólares que lanzó su gobierno a través del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) causó un alza inicial de alivio, ya que ofrece a inversores la oportunidad de reducir rápidamente el riesgo de la deuda a un precio razonable.
«Vemos la propuesta como el ‘comienzo del comienzo’ de la resolución final de la situación», dijo Citigroup en un reporte.
«El mercado ha respondido positivamente a la noticia, ya que es una señal de un López Obrador pragmático que retrocede hacia el centro después de varias semanas de retórica populista», agregó.
El mayor salto se produjo en los bonos de 2046 y 2047, que se dispararon a alrededor de 85 centavos por dólar, cerca de 10 puntos por arriba del 30 de noviembre, dijo un operador a IFR.
Los bonos 2026 saltaron alrededor de 7 puntos a 89 centavos, mientras que los bonos 2028 subieron 9 puntos a 87 centavos.
«Lo importante es que esto es positivo para el riesgo de México en general, pese a que las negociaciones para Mexcat no son de ninguna manera un acuerdo», dijo a IFR Roger Horn, estratega de mercados emergentes de Nikko Securities America.
Sin embargo, para el jueves, mientras los bonos con vencimiento más próximo bajaron a alrededor de 85, los de vencimiento más lejano cotizaban en alrededor de 81.75. La erosión de algunas ganancias siguió a una llamada de analistas para que los inversores rechazaran los términos de la oferta.
El bufete de abogados Hogan Lovells dijo que un grupo de inversores que posee más de 50 por ciento del monto principal de al menos una serie de bonos tenía algunas preocupaciones y que no respaldaba la propuesta, pero estaba dispuesto a negociar.
Su inquietud está vinculada con que el gobierno pidió también aceptar cambios en los contratos para evitar eventos de incumplimiento.
La directora de deuda para mercados emergentes en AllianceBernstein, Shamaila Khan, dijo que la respuesta de los tenedores había sido mixta.
La oferta lanzada el lunes y en vigor hasta inicios de enero, es pagar entre 90 y 100 dólares por cada 100 dólares de principal en cuatro series de bonos, dos a 10 años y dos a 30. Previo a la oferta, los papeles cotizaban entre 78 y 82 dólares.
Las tarifas del aeropuerto que opera actualmente y las del cancelado están comprometidas para el fideicomiso que emitió los bonos Mexcat. Los flujos de efectivo de esas tarifas estaban destinados a refinanciar los bonos en sus vencimientos.
Pero la recompra está supeditada a que la mayoría de los tenedores acepten cambios en los contratos. De hacerlo, los tenedores tendrán protecciones más débiles ya que darán al emisor el derecho de retirar el colateral del financiamiento del aeropuerto original y posiblemente cambiar el lenguaje de incumplimiento, dijeron analistas de Citigroup.
La intención es eliminar el riesgo de aceleración debido a la cancelación del nuevo aeropuerto dejando en claro que los flujos de efectivo que respaldan los bonos serán (solo) los del aeropuerto existente, dijo Horn.
«Quieren actuar rápidamente para mantener las calificaciones de grado de inversión y, en segundo lugar, todo este ruido ha provocado la caída de los bonos soberanos y de los de (la petrolera estatal) Pemex», agregó.
«Ambos tienen que venir al mercado el próximo año, y esto puede significar que no tengan que pagar tanto», explicó a IFR.
Roger King, analista de CreditSights dijo que los inversores tienen dos opciones: Pueden ofrecer sus bonos en la subasta tipo holandés y, al hacerlo, darían su consentimiento a cambios en los pactos o pueden dar su consentimiento a los cambios en el contrato, pero no participar en la recompra.
«Hace que sea más fácil para el emisor obtener 50 por ciento de aceptación de los tenedores de bonos, que es lo que necesitan para impulsar los cambios», comentó.
En la subasta holandesa se aceptan primero las ofertas más bajas. «Este tipo de subastas crea un poco de tensión. Algunas personas pueden asustarse», dijo un inversor.
El emisor aceptará un máximo de 300 millones de dólares de los bonos 2026, 2028 y 2046 y 900 millones para los 2047. Los participantes recibirán un pago 7.50 dólares por cada mil dólares de principal de notas aceptadas en la oferta.
«Muchos escenarios están en juego, algunos más favorables para los tenedores de bonos. No consentir guarda un asiento importante en la mesa bajo (diferentes) escenarios», dijo King.