Dos priístas de muchos años tuvieron ayer un penoso incidente público. Por una mejor imagen pública, por los excesos en qué incurrieron, y porque quizás hasta sean amigos, no estaría mal que se reunieran públicamente en algún café, se dieran un abrazo y se disculparan públicamente. El primero es articulista de este Portal; el segundo es de los que más opina en nuestra cuenta de Face. Es más, si quieren yo se los invito.