«Un gran amigo -Don Víctor Lobato- quien me corta el pelo desde hace más de medio siglo, me comenta que en su peluquería, entonces ubicada en los bajos del Pasaje Tanos, de esta capital, llegaba Antonio M. Quirasco a cortarse el pelo, acostumbraba llegar solito, y una vez realizado el servicio y cubierto el pago respectivo, el Sr. Gobernador tomaba la escoba y barría «su basura»: Don Víctor, apenado, le quitaba la escoba».. Platicó la anécdota Ramón Pereda Terán en el Facebook. Foto de «Mediateca».