A la memoria de los ausentes. Camelot.

UN DIA DESPUES (TRAGEDIA POBLANA II)

Fue un 24 y un despertar de 25, día de los recalentados, llenos de escenas televisivas del accidente en Puebla, donde perdieron la vida una gobernadora, un senador, dos pilotos y un secretario particular, que iban hacia la Ciudad de México en un helicóptero que salió, pero no llegó a su destino. Se elucubraron toda serie de hipótesis y acusaciones. Por rememorar a Unamuno, los hunos y los hotros se dieron con todo. Los tuiters fueron el escenario donde libraron batallas. Acusaciones sin ton ni son. Esquemas de los odios en que se ha envuelto el país, como lo escribiera un tiempo Unamuno de España: “Entre los unos y los otros- o mejor lo hunos y los hotros- están ensangrentando, desangrando, arruinando, envenenando y entonteciendo España”. Daba pena leer algunos. Ni a cuáles irle. Había que dejarlos pasar porque las benditas redes sociales, como dijera AMLO, ahora tienen la capacidad de cada quién y cada cuál decir y explicar lo que quieran, desde las teorías conspirativas hasta las acusaciones sin fundamento.

LA PLAZA DE LA VICTORIA

Mientras eso ocurría, el duelo continuaba, atentos se estaba a los cuerpos en los forenses de Puebla y en la capilla velatoria, donde llegó su familia, muy querida y apreciada en la sociedad poblana, de todos ellos, de los cinco, y en misa privada les dieron el adiós, el responso vendría después en esa Plaza de la Victoria, donde alguna vez las armas nacionales se cubrieron de gloria. El evento llamado funeral de Estado, fue impactante, llegaron gobernadores, diputados, senadores, toda la clase política y por el gobierno del presidente, la secretaria Olga Sánchez Cordero quien, al ir a hacer la guardia de honor, le gritaban: Justicia, Justicia y Asesinos. Olga es amiga personal de los padres de Moreno Valle, y a ellos se acercó a dar el pésame, mujer honorable, la secretaria de Gobernación. Pidió el jefe de la oficina de programa de Gobierno, una gente leal al matrimonio Moreno Valle-Alonso, que se investigue con independencia. Mientras, en el situation room del gobierno federal, Alfonso Durazo explicaba en sendas conferencias, que los militares al hacer una investigación al aparato caído no habían encontrado señales de explosión dentro. Un día antes, tres veracruzanos tuitearon, el gobernador Cuitláhuac Jiménez García, el exgobernador Miguel Alemán Velasco y el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, los tres sumándose a los pésames, los tres, uno de cada partido: Morena, PRI y PAN. Políticos sobresalieron en el funeral, dos por las lágrimas: el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y Claudia Ruiz Massieu. El veracruzano Dante Alfonso Delgado Rannauro, amigo personal de los Moreno Valle, quien se acercó a dar el pésame a la familia.

LA DEL PRESIDENTE AMLO

Por la mañana, en su conferencia de prensa, el jefe de las instituciones, el presidente AMLO señaló que ‘Nunca jamás actuaríamos en contra de nadie’, y se investigará hasta el fondo, hasta saber la verdad. Ante los medios nacionales, dijo que no asistió al funeral para no caer en la provocación de sus adversarios, quienes lo culpaban en las redes del accidente. Y que había hablado con el padre de Rafael Moreno Valle, para darle el pésame. Ese funeral de Estado poblano, asemejó a aquel de Juan Camilo Mouriño, donde frente al presidente Felipe Calderón y las familias y la plana mayor del gobierno federal, despidieron a quien era el segundo de la política del gobierno, muerto también en un accidente de aviación. Variaba que en aquel estaba el féretro envuelto por la Bandera Nacional. En este, de Martha Erika y Rafael, las urnas con las cenizas de los cinco y una foto grande de cada uno de ellos. La Bandera a media asta en esa Plaza de la Victoria. Días difíciles para el país. Tenemos que sosegarnos, esperar que las investigaciones lleguen y no apresurar veredictos. El gobierno apuesta a una falla mecánica, y vendrán los canadienses o quienes tengan que venir a encontrar la verdadera causa de la caída del helicóptero. Darle vuelta a la hoja y comenzar ahora lo que viene, el gobernador interino y los jaloneos, porque el mismo presidente del PAN nacional, Marko Cortés, pidió al Congreso de Puebla, donde son mayoría Morena, que fije y nombre a un gobernador interino que sea del PAN, pues esa era una posición nuestra, dijo. Y Olga Sánchez Cordero se lo concedió. Vendrán también los encontronazos de la otra elección poblana en algunos meses, para buscar el gobernador o la gobernadora que supla a Martha Erika, y guardemos en la memoria esos días enlutados, como los de Mouriño, y como los de muchos funcionarios públicos que han muerto en el cumplimento de un deber, arriba de los aviones, siempre con el gran efecto de que, cuando cae una nave con políticos, entran las sospechas. Esperemos los resultados y que descansen en paz. No agitemos aguas violentas.

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