CUANDO MENOS, hasta el día de ayer, el precio de las gasolinas, no se había incrementado, después de que al finalizar el año había el temor, por cierto bastante fundado, de que en los primeros minutos de este año, habría un nuevo gasolinazo, como en otros años se había acostumbrado, tratando de sorprender a todos los usuarios.

No se descarta que haya aumentos en los combustibles, porque seguramente que el gobierno federal, en este periodo inicial de la nueva administración, requiera de más ingresos para poder responder a todas las promesas que se han venido haciendo en los recientes días, respecto, primero, de la construcción de grandes obras, cuyo costo es bastante elevado, como es el caso del tren maya, además de los enormes gastos que se tendrán que sufragar para adecuar las instalaciones de la zona militar de Santa Lucía, que se convertirá en Aeropuerto Internacional, después de cancelarse la obra del Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México, ubicado en la zona de Texcoco.

Aunque los recursos no saldrán, exactamente, del precio de los combustibles, hay que considerar que son ingresos que fortalecerán la administración federal, más en estos momentos en que se comienza a operar.

De todas maneras, la primera buena noticia de este año es que no hubo gasolinazo y que al contrario, se ha observado que los costos de los combustibles tienden a bajar en algunas regiones del país, lo que ayudará a toda a población, porque, primero, no habrá pretexto para elevar el costo de los demás productos básicos que se requieren para vivir dignamente y que también, por la necesidad de transporte, los costos del mismo, sigan, cuando menos, en las mismas condiciones, más si sumamos el problema que se esta presentando en todas las dependencias del gobierno federal y estatal, donde se están reduciendo los empleos y los sueldos de los trabajadores.

Se había dicho que la austeridad republicana, respetaría los ingresos de todos los trabajadores que no tienen un nivel de mando, como Subdirectores, Directores, Subsecretarios, Secretarios y demás personal que labora en el gobierno, pero cuyo sueldo era elevado, según consideraciones de la actual administración federal y estatal, de tal manera que si ninguno pueda ganar más que el Presidente de la República, la cadena de ajustes se ha venido haciendo hacia abajo, alcanzando, en la realidad, a todos los trabajadores en general.

Este es el panorama que se presenta al inicio del año, por lo que el gasolinazo, hubiera sido una pedrada más en la espalda de todos aquellos que tienen el compromiso de llevar lo necesario para la subsistencia de su familia.

Insistimos, puede ser, que en los días por venir, el gobierno federal, decida imponer la medida del aumento a los combustibles, lo que sería, seguramente, mediante un proceso lento y no de golpe a como los gobiernos anteriores habían acostumbrado.

En recorrido ayer por la tarde en algunas de las gasolineras, el precio de los combustibles se mantenía estable, sin cambio aparente, en relación con los anteriores costos de los últimos días del año dos mil dieciocho.

Aunque este es un hecho evidente, muchos de los consumidores no lo podían creer y hasta pensaban que por la tare se podría dar este fenómeno económico, tomando en cuenta que apenas se organiza la administración federal.

Sin embargo, lo que si es cierto, es que las administraciones federal, estatal y municipal, se aprestan a generar despidos masivos de trabajadores, principalmente, aquellos que están funcionando bajo el perfil de confianza, es decir, que los que se encuentran sindicalizados no sufrirán afectación alguna, aunque no está descartado que también en estos sectores laborales se reduzcan empleos y se detengan las plazas sindicales que pudieran estar en proceso, además de las consabidas reducciones salariales que pondrán en serios aprietos a las familias de todo el país, pues si ya con el salario que venían percibiendo no podían hacer frente a los costos de la vida, pues en este momento el panorama que se les presenta será todavía más difícil.

Así es que, independientemente de que no haya gasolinazo, sí hay afectaciones a la bolsa de los trabajadores y consecuentemente de las familias, pues el sueldo que percibían podrían tener reducciones hasta de un cuarenta por ciento.

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EL ESTADO DE PUEBLA, aún no sale de la sorpresa de haber perdido dos valores de la política estatal. La muerte de la Gobernadora Martha Erika Alonso, y de su esposo, el Senador de la República, Rafael Moreno Valle, esta generando una serie de especulaciones políticas que perduraran hasta que se lleven a cabo las elecciones gubernamentales con la finalidad de reponer, de alguna manera, la cabeza principal del gobierno y de su administración.

Sin embargo, pese a estas condiciones que persisten en el ambiente político del país, pero de manera principal, entre los poblanos, los partidos políticos y los aspirantes a la gubernatura, ya están en plena campaña política, ganando tiempo al tiempo y que las nuevas elecciones no los tomen del todo desprevenidos.

Llama la atención que la dirigencia de Morena, insistirá en llevar nuevamente como su candidato a Miguel Barbosa, debido a que cuantificó muchos votos, pero que también, a juicio de muchos analistas políticos y observadores de las condiciones que imperan en todo el territorio poblano, es posible que reciban el rechazo de este candidato que se encuentra, todavía, en el ojo del huracán político de la entidad. Es más, se sabe ya que los demás partidos políticos, están creando un bloque político a fin de no dejar que este personaje pueda ganar este proceso electoral, por lo que, de antemano, Morena, lleva una posible desventaja, porque será solo contra el mundo.

Mientras tanto, aún no se resuelve el problema del Gobernador sustituto, pues el PAN, insiste en que tiene el derecho de proponer a un personaje de sus siglas por haber ganado las elecciones, aunque también, existen consenso en el sentido de que pueda ser un personaje ajeno a cualquiera de las siglas partidistas registradas.

De cualquier manera, el año dos mil diecinueve, entra con grandes problemas políticos de la nación, donde el entendimiento, será parte esencial para no seguir con los enfrentamientos que se han generado antes y después de la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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