*“Las personas son consumidoras de periodismo”. Andrew Vachss. Camelot.

EL PREMIO REGINA MARTINEZ

La Semana pasada, en un pleno del Día del Periodista, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez anunció ante algunos de ellos que instituiría el Premio Regina Martínez, en honor a la periodista asesinada en Xalapa. Brincaron algunas voces discordantes, que eso les olía a ‘chayote’, entonces al otro día se anunció que el gobierno y el gobernador dejaban pendiente ese Premio, que se programaba para dos veces al año. Lo posponían, pues. Es muy cierto que el pueblo manda, según la 4T, pero este no era el mayor número de periodistas que se hubieran pronunciado, dos o tres voces que no representan tanto. El Premio Regina debe darse, instituirse. Leí un buen artículo del politólogo Arturo Márquez Murrieta: ‘Entre el derecho y el poder. En derecho a la memoria de los periodistas: Sí al Premio Regina Martínez’, lo titula. El día 4 de enero, en la plazoleta del Palacio jalapeño, el gobernador honró esa memoria de los veintitantos periodistas asesinados de 2005 a 2018. Una placa se fijará en Xalapa. En su honor, en su Memoria. Allí mismo brotaron esas voces perdidas que pedían cancelarlo. Indebidamente. “El Premio Regina Martínez al Periodismo -escribe Arturo Márquez-, que propuso el gobernador pretende no solamente reconocer el trabajo de los periodistas, o la calidad de sus trabajos, sino visibilizar una forma de ejercer el lenguaje, el idioma español, las palabras, la voz y las imágenes. El Premio es una declaración porque es decirle a los periodistas que son importantes para nosotros. El Premio Regina Martínez, es un acto de reparación a la memoria de la periodista”.

LA ENCUESTA

Las voces jalapeñas que se pronunciaron en contra ese día, pocas, escasamente unas tres, quizá tiraron por la borda momentáneamente hacer los estímulos periodísticos, lo mismo de trabajos que económicos, a las noticias, reportajes, crónicas, fotografía, caricatura, video reportaje, trabajo radiofónico y proyectos periodísticos. Un esquema donde no habría favoritismos, un jurado imparcial catalogaría a los premiados de acuerdo a sus trabajos y exposiciones. Estoy seguro que si el gobernador comienza a efectuar una Consulta entre el gremio, que la puede desarrollar su coordinador de Comunicación Social, Iván Luna Landa, que tiene el directorio completo de todos los comunicadores relacionados con los medios, estoy seguro que le dirán, adelante. Si no, pues ni hablar, pero hay que intentarlo abiertamente. En fin, esperemos.

EL ROBO A CASA HOGAR

Hace unos quince días, unos malvados sujetos, maldecidos les dirían en Alvarado, se metieron a las 4 de la madrugada a la casa Hogar de niños La Concordia y se robaron una televisión de 40 pulgadas, que era su entretenimiento de las tardes, cuando se ponen a jugar o ver películas o simplemente televisión. Malditos sean estos cacos, quitar a esos niños su entretenimiento, es algo que algún día de sus vidas pagarán. El asunto peliagudo, del cual apenas me enteraron, fue que seguramente era gente que conocía como está situada la casa hogar en su interior. Penetraron en la madrugada, por el techo, por la azotea en un sitio donde movieron una reja de alambre y entraron a la cocina comedor donde ven la televisión y se la llevaron. Fueron por esa tele, que había obsequiado hace un año Vicente P.A. desde Ciudad de México, y la estrenaron gustosos. Las cámaras de seguridad grabaron el momento que penetraron los asaltantes. El asunto sospechoso es que, a esa hora, debieron haber tenido un auto para llevársela, porque ni modo que la lleven cargando en las calles para ser descubiertos. Se dio aviso a la policía municipal. Llegaron y tomaron nota y vieron los videos, donde se le ve la cara a uno de los rateros. Ahora sus Reyes los disfrutan sin su televisión, que era su fiel compañera. Malditos sean, donde anden, malandrines. Ojalá la Municipal los atrape y devuelvan esa televisión, que tanta falta les hace a esos niños. A las pocas horas, cuando subí al Facebook ese quebranto, comenzaron a llegar los apoyos. Rafael Gil, veracruzano jarocho, de la Fundación ‘Cada Niño Una Sonrisa’, sacó la chequera y va a donar esta semana una televisión de 40 pulgadas. Al igual que Angélica Flores, hija del querido y admirado Roque Flores, que donó otra televisión. Agradecí a los facebookeros, al amigo Magistrado Presidente, Alberto Sosa Hernández, que llamó desde Xalapa, a Pepe Aranda y al doctor Labardini, por sus apoyos de siempre a esta casa hogar. El daño se hizo, pero la mano generosa vino en su auxilio. Gracias a todos.

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