Por Ramón Durón Ruíz (†)

Deseo que éste año, sea un año pleno en realizaciones, que durante cada uno de los días del año que nace, Dios te mantenga en la palma de su mano y a mis respetuosos propósitos debo agregar, mi enorme gratitud por hacerme el favor de leerme, ¡Gracias! a ésta mi casa Editora, por hacerme el honor de publicar mi modesta colaboración.
Gracias también, a quienes desde toda la geografía nacional y del extranjero, me distinguieron adquiriendo la Agenda 2019 de El Filósofo de Güémez; Gracias por leer y creer en un viejo campesino que dedica su vida como obra de amor, a trabajar en el terapéutico poder del humor.
Recuerda que los resultados que llegan a tu vida nacen de tu actitud mental, HOY pregúntate: ¿Qué quiero para mí este 2019?, y ten la humildad y la sabiduría de regalarte un espacio de silencio para escuchar la voz de tu corazón. La respuesta no vendrá en palabras, sino en sensaciones, emociones y mensajes que debes aprender a interpretar… el universo siempre juega a tu favor.
Quiero –con toda mi alma– que te des el permiso de crear un año pleno en bendiciones, prosperidad, amor, éxito y felicidad. En este momento te invito a que respire profundo en dos o tres ocasiones, recuerda que nadie sabe lo que tiene hasta que respira profundo y cerrando tus parpados abre los ojos de tu espíritu y visualízate con salud, triunfando, amando, creciendo y que todos tus sueños tienen plena realización, recuerda que “SI PASA POR SU MENTE… PASA POR SU VIDA”
Mi sabia abuelita María me decía: “Ver para creer”, HOY que los años han pasado por mi humana fragilidad y han llenado de nieve mi testa, he aprendido lo importante que es “Creer para crear”.
Inicia un año más de tu vida, es trascendente que mantengas una actitud mental positiva, enfoques tus sentidos en lo que quieres para ti, el enfoque es fundamental, recuerda que atrae para ti lo que enfocas, entiende que los problemas, el dolor, la enfermedad y la adversidad son pasajeros, sólo llegan a dejar a tu vida una lección que debes aprender y asimilar.
Durante todo el año te invito a que llenes tu alma de Fe, de que lo que viene es lo mejor para tu vida, la Fe es un recinto sagrado como divino que tiene el poder de renovar tu interior, te enseña a aprender a vivir con los claroscuros de cada día, experimentando vivir y gozar cada momento, porque cada día tiene su afán.
Cada nuevo amanecer deseo que brote desde lo más íntimo de tu interior la Esperanza, que no es otra cosa que un mundo abierto a las incontables posibilidades que hay para ti, además la esperanza tiene la virtud de mantener en alto tu Fe… hasta que llega la ayuda del Padre. Recuerda que nada sucede en tu vida por casualidad, tampoco olvides que el tiempo de DIOS es perfecto.
Hay una frase popular que dice “Si no eres capaz de reír con la muerte, no tienes derecho a reír con la vida”, así que te invito a que te rías con el año 2018 que murió, con todo lo que trajo y se llevó y que sonrías a la vida que tiene por delante en el año que inicia, porque sonreír te ayuda a construir puentes espirituales y te conecta amorosamente con la prosperidad, te recuerda que “no se hace un mundo diferente… con gente indiferente” sonreír es tan sagrado como amar, y orar te ayuda en tu transformación, evolución y crecimiento espiritual.
A propósito de sonreís la mujer argentina radicada en Güémez le dice a su esposo:
— ¡Viejooo! todo el 2018 llegaste borracho, tarde, sin ganas de intimidad, con colorete en la camisa y a veces ni viniste a dormir; este año sólo voy a tener sexo afónico.
— ¡A chinga’o! ¿Sexo afónico? ¿Y qué jodidos es eso?
— ¡¡SIN VOS!!

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