Lugar:
Fuente:
La Jornada

A partir de esta tarde, el escritor e historiador Miguel León-Portilla comenzó a trabajar al ritmo y sobre los temas que él acostumbra, a pesar de permanecer internado en un hospital localizado en Polanco, en esta ciudad.

“Su salud está mucho mejor a cada momento, tiene buen humor y está trabajando como lo hace cotidianamente desde siempre. Actualmente prepara una antología de literatura en lenguas indígenas, sobre todo, de relatos tradicionales de escritores contemporáneos”, informó a Notimex el poeta Natalio Hernández.

Explicó que León-Portilla desea mostrar a través de esa obra que en todas las lenguas hay una literatura, tanto oral como escrita. “En éste último caso, está analizando la realizada por escritores contemporáneos, y en ese sentido, Don Miguel León-Portilla pretende abarcar el mayor número de lenguas indígenas”.

Se espera que máximo en dos semanas pueda regresar a su casa en Coyoacán, luego de problemas respiratorios. Por fortuna la crisis y el susto ya pasaron. Esa situación lo llevó a terapia intensiva de ese hospital, y ahora, en su habitación, con luz y clima adecuado, ya está trabajando; hace dos años tuvo un cuadro de neumonía que lo preocupó.

Natalio Hernández, alumno, amigo y colega del reconocido escritor, fue autorizado por la Doctora Ascención Hernández “Chonita”, esposa del Miguel León-Portilla, para informar a Notimex, en exclusiva, sobre el estado de salud que guarda el historiador y catedrático.

Miguel León-Portilla nació en la Ciudad de México el 22 de febrero de 1926. Fue elegido el 13 de octubre de 1961 para ser el noveno ocupante de la silla VII y tomó posesión el 27 de julio de 1962. Una de sus obras que más ha sido difundida es “La visión de los vencidos”, publicada en 1959.

Es investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio Nacional. Por sus investigaciones y aportes, ha recibido diversas distinciones, como el Premio Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía en 1981.

Igualmente, la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República en el año 1995; el Premio Internacional Menéndez Pelayo del año 2001; el Reconocimiento al Mérito Universitario correspondiente a 2007; el premio Leyenda viva en su edición 2013, y la Medalla Bernardino de Sahagún en 2014.