Pero es tras una filtración de Wikileaks que se destapa la gravedad del problema al revelar los datos de un informe llevado a cabo en 2009 por la mayor empresa mundial de alimentación, Nestlé. En un encuentro secreto, sus ejecutivos se reúnen con autoridades de Estados Unidos para informarles que el planeta se encuentra en una senda hacia la catástrofe debido al excesivo consumo de carne de los estadounidenses.
La producción de productos cárnicos requiere de enormes cantidades de agua para cultivar, entre otros, el maíz y la soya con la que se alimenta a los animales. Es un sistema energéticamente ineficiente y desastroso. Mucho más eficiente resulta que la población se alimente directamente del maíz, soya y otros cereales y legumbres.
El informe revela que el planeta se encuentra al borde del desastre por falta de agua y que esta situación se agrava por el ascendente consumo de carne en China y la India. Actualmente la población china come aproximadamente la mitad de carne que las poblaciones estadounidense y europea, pero el porcentaje sube rápidamente. Un sector de la población china en continuo crecimiento abandona los niveles de pobreza y pasa a formar parte de una clase media con mayor poder adquisitivo y apetito por la carne.
“Nestlé opina que un tercio de la población mundial será afectada por escasez severa de agua para el 2025. La situación empeorará convirtiéndose en potencialmente catastrófica en 2050” revela el informe secreto filtrado por Wikileaks. También asegura que “las reservas mundiales de agua dulce ni siquiera se aproximan a la suficiente cantidad de agua necesaria para alimentar a una población que se estima alcanzará los 9 mil millones para el 2050”.
“Es un hecho que las actuales dietas centradas en la carne y la gestión del agua de los países occidentales no cumplen los requisitos para asegurar el abastecimiento de agua en el futuro. Basándonos en las tendencias de consumo actuales, Nestlé cree que para el 2025 el planeta sufrirá un déficit del 30 por ciento en la producción de cereales” concluye.
Para mostrar la gravedad del problema basta con saber que producir un kilo de carne de bovino (8 hamburguesas) se necesitan más de 15 mil litros de agua. Es muchísimo, pero cuando piensas que tendrías que beber dos litros de agua al día durante 21 años para consumir esa misma cantidad de agua, resulta absolutamente alarmante.
De acuerdo con la FAO, en una semana el gasto en agua debido al consumo de carne de cada persona equivale a lo que le llevaría consumir 8 años bebiendo dos litros de agua diarios.
Realmente creo que no estamos preparados para enfrentar esa crisis que es irreversible. Estoy segura que si escalamos la gravedad del problema, usando como ejemplo lo que ha pasado con la gasolina, al futuro con el agua, veremos la inmediata e inminente, o mejor dicho, la urgente necesidad de hacer cambios en nuestro consumo.
Pues mientras que solo a un porcentaje de los habitantes de México les ha afectado el sistema de distribución de gasolina, catalogado como desabasto que ha puesto en crisis su cotidianidad, imaginemos cómo será y cómo nos afectará la escasez del agua. No hay una sola persona en el planeta que no necesite el líquido para vivir. ¿Qué sucederá entonces?
No habrá a nadie a quien culpar más que a nosotros mismos por seguir adquiriendo y consumiendo productos cárnicos.
Sin duda, la mejor manera de evitar esta catástrofe es aumentando la cantidad de productos de origen vegetal en nuestra alimentación y sustituyendo aquellos que provienen de animales por alternativas más compasivas con el planeta, con los animales y con nuestra salud como las que puedes encontrar en LoveVeg.mx que de forma sencilla y gratuita te da las herramientas y el conocimiento para que el peor desabasto que vivas sea el de la gasolina.