Por Mtro. Juan David Ovando.
México está viviendo una de sus peores crisis de violencia, resultado de una implantación por décadas, de un sistema corrupto destructivo, del predominio y de la manipulación, de la acumulación del poder por el poder, creando mafias que han dado paso a la inestabilidad, a los conflictos internos, a ingobernabilidad y a falta de autoridad.
En el periodo de Carlos Salinas de Gortari, el país tuvo desarrollo, estabilidad, un gabinete con profesionales de formación con Kumate, Colosio, Solana, Camacho Solís, etc. Una política de juventud integral de formación envidiable, con un estelar programa “Solidaridad”, que mucho logró en desarrollo social.
En ese período, surgió alrededor una serie de personajes en diferentes sectores, con complicidades de intereses, primero en la “CONASUPO” generando la entrada desmedida de productos del exterior, que afectó directamente al campo y a la ganadería.
El asesinato de Ruíz Massieu, se quita a los líderes fuertes de Pemex como Joaquín Hernández Galicia, “la Quina” y preparó a líderes corruptos como Romero Deschamps. El sector educativo no fue la excepción y también la C.T.M. sufrió cambios al morir Fidel Velázquez, llegaron otros que convirtieron aquellas organizaciones originalmente constituidas para la defensa de derechos laborales, en monopolios y nidos de corrupción.
En dicho periodo, despejó el paso para el neoliberalismo, al reformar la legislación agraria, abrieron los ejidos que habían tenido sentido comunitario y funcional, quedando a la merced del coyotaje y la desintegración colectiva.
En síntesis Carlos Salinas de Gortari fue, de inicio, un buen Presidente que al final de su sexenio se volvió perverso, característica que más destaca hasta nuestros días, como ex presidente; ya que ideó que todo negociación política de cúpulas partidistas o poder económico, tenga que ver con él hasta el día de hoy. Como la frase: todos los caminos llevan a Roma, a qué se refiere el ex presidente, de qué ¿México vive su momento maquiavélico más grande?
La caída y debacle del Estado Mexicano inicia desde 1994, con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, sumando el “FOBAPROA” y la venta de Ferrocarriles que realizó Ernesto Zedillo, aunque al final del sexenio tuvo estabilidad económica, el caso de los 43 alumnos de Guerrero, los miles y miles de millones, que pudieron salvar vidas o mejorar la calidad de vida, fueron desviados por gobernadores creando una crisis económica interna, el “Odebrecht”, las olas de emigrantes de Centroamérica y migrantes mexicanos en Norteamérica, tienen en psicosis a las ciudades y a los comerciantes, la corrupción del nuevo aeropuerto, ahora la explosión del ducto de Pemex de Tlahuililpan, Hidalgo, representa la situación de un tejido social con crisis de valores, que descansa en una crisis económica en la que está inmersa la población atrapada por mafias, cuyos integrantes buscan soluciones para subsistir.
El seguimiento de un modelo neoliberal debilitó al Estado, al abrir las paraestatales y seducir la corrupción a la clase política de una forma abierta y cínica, pues los que tenían la responsabilidad de Fortalecer el Estado Mexicano, lo debilitaron, lo desprestigiaron, convirtiendo esas grandes paraestatales, que eran símbolo de orgullo con generación de empleo, en nidos de la corrupción burocrática y de la corrupción de una clase política.
El 1 de julio, el país vivió un cambio democrático, originado por un pueblo decidido a salir a votar con esperanza, cansado del desprestigio y el desvío de recursos de sus gobernantes, que un día se confiaba en ellos, y posteriormente defraudaron, fueron enemigos del propio pueblo debilitando instituciones, traicionando la confianza y atacando desde las instituciones a los propios ciudadanos, y eso impactó al tejido social, jueces corruptos, licenciados que se venden, doctores que comercializan con la salud, ingenieros y arquitectos que ven reducido su campo de trabajo por nuevas empresas constructoras ligadas a la mafia de poder, policías y militares inducidos por políticos delincuentes, una burocracia soberbia. El caos creció.
El nuevo planteamiento es ¿Seguir un sistema, o establecer un nuevo sistema? que llegó democráticamente, pero ¿cómo establecerlo? En el año 2000, surgido de la empresa Coca Cola, después Gobernador, con sus clásicas botas y el sombrero, Fox llegó a través de la Democracia, y fue una triste caricatura en la que se perdió autoridad la figura presidencial, permitió la apertura de créditos a los municipios; en la actualidad la mayoría están quebrados, con laudos y endeudados, los altos privilegios familiares con la familia Sahagún, monopolios en Guanajuato, después Calderón inició un combate frontal pero inducido para hacer negocios con el tema de seguridad, así como las carreteras, casetas que se auto adjudicó con sus presta-nombres.
El problema es el modelo político que adoptaron los operadores mexicanos de las últimas décadas, perversamente sobre la propia esencia y teoría de Maquiavelo y otro grupo: el Neoliberalismo entregado al exterior, descuidando lo interior, despojando al país de un sentido colectivo al perder sus bienes, patrimonio Nacional y valores cívicos.
Debe advertirse que Nicolás Maquiavelo, a quien la mayoría de los corruptos políticos mexicanos, lo utilizan para soportar la premisa de que: “el fin justifica los medios”, propuso esta fórmula en su obra de “El Príncipe”, debido a las condiciones de fragilidad que vivía particularmente su entorno, su modelo político; de manera que no sólo era el poder por el poder, sino para preservar el Estado.
En México ha sucedido lo contrario, lo han aplicado para destruirlo, enriquecerse con el Dolor social y lo peor dividirlo. Maquiavelo si estaba a favor de la crueldad contra los anteriores gobernantes de una sola vez, para generar respeto, en tanto esa crueldad sea beneficio para Estado y mantenerlo unido; pero también crear buenas leyes rectoras del funcionamiento del orden político interno.
Baste recordar al efecto que el padre de la política moderna planteó tres formas para conservar el Estado, pero, ante la gran complejidad que enfrenta el sistema que permea el Estado Mexicano en este momento, qué hacer: ¿Destruirlo, radicarse en él o dejarlo regir por sus leyes? ¿Qué dice la teoría política?
La filosofía política es un contenido del saber que hay que ocupar, pero se hace ideando en la tragedia de la realidad para cambiarla, el conocimiento de la política tiene sus imperativos y leyes para comprender observando, y la teoría política es un conjunto de ideas que están sistematizadas y relacionadas para hacer de la teoría un proceso en la práctica.
La teoría política desde Aristóteles, se refería al hombre el zoon politikón (el hombre es un animal político), el problema es cambiar el orden de los términos, ¡cuidado! Están sueltos, con singular simpatía dice Savater. Las polis griegas, en las asambleas “eklesia” se tomaban las decisiones, con un consejo conocido como “bule” y los magistrados nombre “arconte” la participación era directa y toma de decisiones compartidas, fue una característica, aunque, no todo era democracia pues quedaban excluidas las mujeres, los extranjeros y los esclavos, pero hay algo sobresaliente en los griegos: su procuración por el diálogo como un instrumento alternativo para buscar soluciones.
Los romanos hacen las civitas su equilibrio lo da el consenso y la ley En Hobbes el hombre es malo por naturaleza, todos están contra todos, “homo homini lupus” el Hombre es el lobo del hombre. Esta terrible situación, de la guerra y la violencia nadie puede desarrollarse por el constante peligro hasta el más fuerte no escapa del alcance de la violencia, este estado de naturaleza de violencia, se reemplaza cuando la voluntad, se somete a una fuerza superior sea un hombre o un consejo, esto es un contrato social terminando el Estado Natural y empezando un Estado social y político. ¿En qué estado nos encontramos los mexicanos?
Por otro lado, Jhon Locke considera al hombre libre guiado por la razón, bueno por naturaleza y esto le permite hacer un contrato social, en cambio para Jean Jacques Rousseau en el hombre reina la amistad y la armonía, pero la sociedad los corrompe, el Estado debe estar formado por acuerdo entre los hombres y residir su soberanía en el pueblo, y para Weber el Estado debe tener la fuerza y la legitimidad.
En México la política debe dar un giro, antes de que sea demasiado tarde, una decisión de los de arriba perjudica o beneficia hasta el último rincón del país, pero también lo es el comportamiento de los de abajo, se requiere una cultura de corresponsabilidad social, la participación en conjunto, cuando la población elige democráticamente un gobierno democrático debe preguntar ¿Qué es lo que quiere la democracia? Ante un país con grandes tensiones y demandas sociales. Se requiere un Gobierno eficiente, educación con civismo y la certeza jurídica.
Ante las grandes desigualdades, no quitarle al rico para darle al pobre, pero sí abrir las oportunidades para desarrollo de todos los sectores y eso implica combatir la corrupción en el sector público, y una diplomacia astuta que no sea condicionada por empresas trasnacionales y organismos, sino que aproveche las relaciones multilaterales y fortalezca relaciones con soberanía del Estado, la libre autodeterminación de los pueblos que fue pilar de la política exterior de México a mediados del Siglo XX y singular finura para abrir acuerdos comerciales, culturales y educativos que impulsen a México en el Exterior. El ciudadano se ha reducido a una mercancía, al ser consumidor que se puede modificar, y se modifica se destruye al quitar sus valores. La solución es de énfasis.
La estabilidad, la transparencia, el buen gobierno y el combate a la corrupción. Son una completa dosis, para el fortalecimiento de las instituciones ¿cómo se puede fortalecer? las designaciones institucionales sean meritocráticas conocimiento pero también experiencia, es decir tener profesionales, capacitados y eficientes, ya que en la institución define el espacio y tiempo político, quién gobierna representa y sirve a los ciudadanos es a través de las instituciones, la figura presidencial es una figura legitimidad por el voto popular en las urnas, AMLO con Morena, llego con legitimidad social, la más sólida en las últimas décadas, debe conducirse con esa esencia del bien común.
La política es el manejo de las relaciones externas e internas del Estado, sin descuido desde las más pequeñas hasta las más importantes, la política en práctica, es el manejo de las relaciones públicas, integrando en objetivos comunes, el político sabe que es la toma de decisiones, que es la planeación, que es la estrategia, y que es la ejecución de esas decisiones, en torno a mantener el equilibrio social y la fortaleza de las instituciones, del Estado, el político que debe estructurar un sistema conduciendo la interacción entre las jerarquías, los elementos, los valores, quienes lo conforman corresponsablemente.
Un buen gobierno debe caminar de la mano con la sociedad, con el poder legislativo, con el poder judicial, los tres poderes, pero sobre todo debe caminar con la política, la buena política, la auténtica política es la que construye, es la del respeto, tolerancia, concertación, por el equilibrio social que se construye como humanos, consciente de que la paz y la unión, son básicos para supervivencia humana, y del propio Estado.
Los más atormentados momentos de la Humanidad después de guerras civiles o mundiales, revoluciones, y de los Estados, han sido resueltos progresivamente por la política, se requiere fomentar la participación social pero a través del diálogo y la razón al estilo los griegos, con la recomendación de buenas leyes con fuerza al estilo Maquiavelo; para el funcionamiento del orden político interno, con su recomendación de ser neutral a excepción de que lo amerite las circunstancias, de la aplicación del consenso y la ley para liberar tensiones al estilo de los romanos, el político debe actuar con fuerza y legitimidad al estilo Weber, el equilibrio de la democracia de Pherson está entre competencia, la oferta y la demanda. México tiene un origen comunitario y funcional, del mundo prehispánico, con libre mercado y un consejo de sabios al lado del tlatoani para la toma de decisiones. El consejo estaba formado por gente competente, con experiencia en los temas, así debe ser un gabinete, si el Gabinete es duerte, el Ejecutivo lo es.
La política sí es artificial, el Estado es artificial como la ciudad, la poli griega, modelo para la civilización y dejar afuera la barbarie, precisamente los hombres lo pensaron, lo idealizaron, lo construyeron, tejieron esa esencia fina del acuerdo. Un auténtico político es aquel que sabe vivir en sociedad, conducirla, guiarla, calmarla y dirigirla sistematizadamente al bien común y al orden público, para vivir como lo que somos, debemos y podemos ser: seres humanos sociabilizados en un Estado. ¿Por qué odiar, destruir, si la vida es tan corta, para amar y construir?