Agustín Basilio de la Vega

“El capitán del barco no cuenta con suficientes oficiales ni marineros capaces.” En dos meses de gobierno, del presidente de la República ha conducido a México solo. Los pocos funcionarios bien probados brillan por su discreción como Germán Martínez o Gertz Manero, recientemente electo.

Desde muy temprano, todos los días, el presidente hace conferencias de prensa para explicar y justificar las acciones de diversas dependencias del gobierno federal. Un día anuncia la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, otro la designación del encargado del Fondo de Cultura Económica, al día siguiente la justificación de la asistencia a la toma de protesta de Maduro y luego las acciones para combatir el “Huachicol” o robo de combustible. Dos meses de anuncios y justificaciones.

¿Dónde están los secretarios? ¿Qué plan tienen y cuáles son sus programas para impulsar la seguridad, el desarrollo, etc.? ¿Por qué sólo el presidente tiene que dar la cara por el gobierno en los momentos de crisis? ¿México eligió a un sólo hombre providencial? Estas y muchas preguntas nos hacemos los mexicanos.

Si el presidente quiere entregar buenas cuentas, no dudo que esa sea su intención, ¿por qué sostiene a un grupo de octogenarios con ideas del siglo pasado, o a personas completamente inexpertas que no conocen las normas y buenas prácticas de la administración pública?

Para muestras unas cuantas perlas: el secretario Espriú ha venido insistiendo en cancelar el NAIM que está avalado por Mitre y la OACI y en su lugar propone construir unas pistas en una base militar alejada 40 km del aeropuerto Benito Juárez; el director de PEMEX no demostró actuar diligentemente en el caso de Tlahuelilpan por que no pensó que fuera grave la fuga; Nahle insiste en gastar en construir refinerías cuando el mundo entero investiga y construye coches eléctricos, y ciudades y países (por ejemplo Noruega) buscan prohibir vehículos de gasolina para contribuir a frenar al calentamiento global; el director Bartlett, de CFE, recientemente canceló la licitación de una línea de trasmisión de corriente de la zona de Tahuantepec que está al pie de una región de aerogeneradores (energía limpia).

Cancelando obras, licitaciones, contratos, despidiendo burócratas capaces, cerrando válvulas, ordenando no actuar al ejército para preservar el orden, tolerando a la CNTE, comprando bienes sin licitación, apoyando a dictaduras de manera velada, denostando al poder judicial, bajando el presupuesto a entes autónomos como el INE e INEGI, etc. no es posible que México se desarrolle.

Si queremos que México progrese y que el PIB crezca al 4% y no al 1% como señalan los pronósticos, deben los mexicanos involucrarse y exigir a esos malos secretarios o directores que cambien o renuncien para que el presidente sea apoyado por verdaderos estadistas que den resultados y no problemas. La improvisación es una forma de dar pasos hacia atrás y caer en la diletancia.

@basiliodelavega 28 de enero de 2019