«La bicicleta
es un vehículo movido por el deseo,
cuyo motor son los sueños»
Eloy Tizón

En nuestra vida cotidiana nos encontramos con infinidad de máquinas, aparatos, utensilios y objetos de lo más diverso, son tan comunes a la vista que pasan desapercibidos a nuestros ojos, desconociendo el origen de muchos de ellos.
El caso de la bicicleta es singular, los primeros referentes que se tienen sobre este medio de transporte se remonta al año 1300 antes de la era cristiana, la primera figura se encuentra en el obelisco de la plaza de la Concordia de París, pero su lugar de origen fue en el antiguo Egipto, entre sus inscripciones jeroglíficas está un hombre en una barra horizontal montada sobre dos ruedas, podríamos imaginar que es el primer referente de este invento.
La primera bicicleta se rodó en Francia hecha por Jean Théson en 1645 y la llamó “celerífero”, no tenía cadenas ni engranes, era impulsada por los pies para avanzar, no contaba con sistema de dirección.
El rotativo Journal de París daba cuenta sobre la construcción de un artefacto llamado vélocipedes o “pies ligeros”, a los reyes Luis XVI y María Antonieta les gustó mucho la idea, patrocinando a sus creadores Blanchard (mecánico) y Masurier (físico), el artefacto contaba con más de dos ruedas, era parecido a un triciclo, fue hasta 1818 que el Barón Carl von Dravis, patentó el primer vélocipede, conocido en su momento como “draisiana”, tenía una rústica dirección para guiar hacia donde quisiera su tripulante, los ingleses siguieron perfeccionando esta máquina transportadora que se hizo popular entre los dandys, de ahí tomo el nombre de dandy horse, pero fueron los escoseses los que utilizaron los pedales y el impulso de los pies, esto sucedió en 1817, de ahí vinieron las cadenas, los engranes, los radios de alambre, para 1874 se inventó la bicicleta para mujer que contaba con un solo pedal, evitando que las mujeres abrieran las piernas para “pedalear”.
Ya para 1885 inició la fabricación de la Rover inglesa, cómoda, manejo sencillo, con dos ruedas del mismo tamaño, años después vinieron las ruedas de hule, con gran éxito se posicionó en el gusto de la gente, el ciclismo fue incluido como deporte en las olimpiadas de Atenas de 1896. Se introduce a España por el francés Bicyclette en los albores del siglo XX, con el nuevo siglo el impulso a las competiciones de este medio de transporte se multiplican un ejemplo de ello es el Tour de Francia creado en 1903.
La literatura ha estado presente en la vida de la bicicleta como en el caso de Mark Twain el autor de Las aventuras de Tom Sawyer, quien contaba con una de rueda delantera enorme, le entusiasmaba tanto montarla que escribió el ensayo “Domando la bicicleta”. Henry Miller también aficionado a pedalear escribió la novela “Mi bicicleta y otros amigos”. El caso de Ernest Hemingway repartía chocolates y cigarrillos en una bicicleta de la cruz roja cuando fue herido durante la guerra en 1918. La bicicleta también fue utilizada durante las dos guerras mundiales como instrumento de transporte en las batallas. H.G. Wells, escribió “Las ruedas de la fortuna” en donde la protagonista es una ciclista, Otro caso curioso es el de León Tolstói quien aprendió a andar en bicicleta a los 67 años, existen innumerables ejemplos que dejamos para otra ocasión.
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