Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro

Poco que no hubiera dicho ya anunció el presidente López Obrador en su gira por el Estado.

De hecho solo “bajó” programas que ya ha comentado en forma general en sus conferencias matutinas.

Por decirlo de alguna forma, las vino a regionalizar y a dar detalles a los directamente interesados.

Bien se puede afirmar que fue mucho ruido y pocas nueces, salvo detalles para el comentario de café.

Su visita sirvió para demostrar, eso sí, el dicho de que orden dada y no cuidada vale pa’ pura chingada.

Su recorrido a ras de tierra (y de carretera) no solo le permitió probar productos que se producen o se preparan en la región, sino constatar cómo van sus programas, o escuchar a la gente.

Son detalles que explican el fenómeno de masas que sigue siendo y que le fortalecen simpatías o le ganan nuevas.

Pudo comprobar, por ejemplo, que aún no se concluye en Veracruz el llamado censo del bienestar, o escuchar a una madre que le dijo que su hijo quiere seguir estudiando pero que ya se había cerrado la inscripción para obtener becas.

En el primer caso urgió a concluirlo y en el segundo ordenó que se reabran las inscripciones.

Eso marca la diferencia con los presidentes priistas y panistas, que venían, les rendían honores, el Estado Mayor Presidencial no permitía que nadie se les acercara, tiraban un rollo y en medio de un impresionante convoy salían y se dirigían al aeropuerto para volar de regreso a la Ciudad de México.

A muchas personas les gustó que el sábado en su trayecto de Acayucan a Córdoba se parara a orilla de carretera para comprar jugo de piña miel como lo hace cualquier mexicano cuando viaja por carretera. O sea, establece plena identificación. Le está diciendo: mira, soy el presidente pero soy igual que tú, viajo igual que tú.

Luego, que en Yanga degustara cochinita a la cubana en un restaurante (es tan buena como la de Tres Valles) y que ayer antes de iniciar sus actividades en Córdoba quisiera mostrar a los mexicanos, a través de un video, un fruto que calificó como un “manjar” que se da en Veracruz pero que es poco conocido: la yaca.

El video lo grabó en la posada Las Lomas, de Fortín de las Flores, donde pernoctó y destacó del lugar su “jardín espléndido, bellísimo”. De la yaca explicó que tiene el sabor de la guanábana aunque es más grande y le encontró los sabores de otras frutas.

En esa sencillez que muestra, en esos pequeños grandes detalles creo que está su éxito. Incluso que de última hora haya decidido regresar de Córdoba por carretera a la Ciudad de México.

También que haya acabado con la parafernalia de todos sus antecesores, como por ejemplo que lo recibieran a su llegada al Estado y lo despidieran con honores (tocaban el himno nacional y en los aeropuertos disparaban 21 cañonazos).

Y que estuvieran a recibirlo el gobernador, los titulares de los poderes legislativo y judicial y los comandantes militares y navales, así como el presidente municipal. En el caso del puerto, le llevaban porras, marimbas, conjuntos jarochos, bailarinas vestidas de jarochas, etcétera.

Mostró López Obrador lo que vive el pequeño comerciante. Por eso criticó las tiendas que venden a crédito, por ejemplo, dijo, un refrigerador.

“Quieren cobrar lo que costó el aparato electrodoméstico en el primer pago. Son aboneros, pero muy, muy abusivos, con todo respeto”.

¿Exageró?

Se refirió a ellos cuando volvió a anunciar que dará créditos a la palabra, de seis mil pesos, a pequeños comerciantes, sin el cobro de intereses.

Solo faltó que los llamara en público “usureros”.

Cuando se paró a comprar y tomar jugo de piña, le dijo al vendedor que no tomaba frío porque debía cuidar su voz, detalle que me recordó al candidato a gobernador Rafael Hernández Ochoa (1974), que cuando se subía a platicar con los reporteros en el autobús en el que viajábamos pedía que apagaran el aire acondicionado para no exponerse a los cambios de clima y no enfermarse, así hiciera un calor de 40 o 45 grados.

Y pues sí. Pregona amor y paz y lo practica. Cero represalia contra la alcaldesa panista de Córdoba, Lety López, quien como candidato le negó la plaza principal.

Si bien ayer al principio le gritotearon ¡Fuera Lety López!, ¡Qué la auditen!, el mismo AMLO la apapachó a la vista de todos. Cuando terminó el acto, la señora se animó a acercársele y a hacerle algún comentario (para nada me extrañaría que en cualquier momento anuncie que se pasa a Morena y que raje ahora de Miguel Ángel Yunes Linares).

Se embasó Gustavo Moreno Ramos

Al final, el exdirigente sindical magisterial, exalcalde de Misantla y exdiputado local y federal, Gustavo Moreno Ramos, se integró a la Cuarta Transformación y coordinará el programa Prospera, haciendo equipo con Manuel Huerta.

Por razones que nunca se supieron, Gustavo renunció como candidato a diputado local de Morena por el distrito de Misantla en mayo de 2018 a dos días de que se iniciaran las campañas.

Aportará no solo trabajo, sino también experiencia y relaciones con veracruzanos de toda la geografía estatal.

Ahora, impulsoras del beisbol profesional

Las hermanas Regina y Fabiola Vázquez Saut, priistas-panistas-priistas ya “levantaron” la mano para “ayudar” en el regreso de los Rojos del Águila de Veracruz ahora que el presidente López Obrador anunció su retorno a la Liga Mexicana de Verano de beisbol profesional en el puerto de Veracruz. Dijeron que sí, que sí se pondrían al frente del club.

Su padre, Cirilo Vázquez Lagunes fue un gran impulsor de ese deporte en Acayucan con el equipo “Tobis” que recién ganó el campeonato de la Liga Invernal Veracruzana y obtuvo el derecho a representar a México en la Serie Latinoamericana de Beisbol. Como organizadoras, entregaron muy buenas cuentas.

Regina últimamente fue diputada local y Secretaria General del CDE del PRI, cargo que dejó para brincarse a la bancada del PAN. A través de la promoción deportiva podría llegar ahora a Morena junto con su hermana.