En Chiapas, donde gobierna la alianza integrada por Morena, PT y PES, sí actúan contra los excesos de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La noche del viernes, policías estatales replegaron con gases lacrimógenos a un grupo de profesores que intentó entrar por la fuerza al Palacio de Gobierno en busca de un diálogo con el Gobernador Rutilio Escandón.
El Mandatario chiapaneco reconoció los adeudos que se tienen con los maestros, pero culpó, sin mencionar nombres, a la administración de Manuel Velasco (2012-2018).
«El Gobierno de Chiapas lamenta la deuda de más de tres años que se mantiene con los maestros interinos desde la administración pasada, misma que asciende a mil 800 millones de pesos», planteó Escandón, en un comunicado, tras el desalojo.
Para aminorar la tensión con los maestros, el Gobierno estatal liberó 1 millón de pesos para cubrir pagos pendientes con los profesores.
La Asociación de Maestros Interinos de Chiapas (AMICH) informó que la deuda ronda los 35 millones de pesos, entre aguinaldos y salarios retroactivos.
«A un profesor se le deben alrededor de 200 mil pesos, y con esos abonos que nos dio este Gobierno no se logra cubrir ni lo que uno gasta cuando va a dar clases a las comunidades», explicó Fabián Gómez, representante de la AMICH.